En concreto, se han distribuido mas de 6.000 unidades a la mayor parte de centros de la isla de Gran Canaria, entre los que se incluyen hospitales generales, centros de Atención Primaria y CAEs. Además de distintos centros socio-sanitarios de atención a ancianos, así como a efectivos de los Cuerpos de Seguridad del Estado.
Esta iniciativa se ha llevado a cabo a través del movimiento internacional coronamakers, gracias a aquellos que disponen de una impresora 3d y han puesto todos sus recursos en la fabricación de material que ayude a proteger a los que están en primera línea en la asistencia y control.
En Gran Canaria, los coordinadores Ángel Ramos de Miguel, María Gómez Egea y Nayra Pumar, ingenieros en proyectos de investigación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Servicio Canario de la Salud, han establecido las conexiones necesarias de organización del sistema de producción con el Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil.
Desde el Complejo Hospitalario, y bajo la dirección del jefe de Servicio de Otorrinolaringología, Ángel Ramos Macías, se ha procedido a la revisión y montaje de este material de protección.
Esta revisión la han llevado a cabo los propios sanitarios del centro, según la normativa EN166-2002, que hace referencia a los requisitos mínimos que han de cumplir los elementos de protección facial.
Una vez se ha superado el proceso de inspección y finalizado el montaje, gracias a los materiales donados por parte de particulares y empresas, se ha procedido al empaquetado y distribución a los diferentes centros de la isla.
