Ante la crisis sanitaria generada por esta pandemia, los profesionales del servicio adaptaron de forma progresiva su trabajo al protocolo de actuación del Servicio Canario de la Salud (SCS), así como a las normas recomendadas desde la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) y otras sociedades internacionales relacionadas con el área. La entrada única al servicio para los pacientes, así como un proceso de triaje para detectar posibles síntomas de COVID-19 y la utilización de material de protección, fueron las primeras acciones que se pusieron en marcha.
Los horarios de tratamiento de los pacientes se organizaron de forma que se pudieran mantener las medidas de seguridad recomendadas y se mantuvo la distribución del trabajo en turnos de mañana y de tarde, intentando minimizar, además, los contactos entre turnos. Gracias a todas estas acciones, se ha podido continuar con la actividad del servicio en lo que respecta a los tratamientos, primeras visitas así como las revisiones, tanto de tratamiento como las sucesivas.
Modalidad 'no presencial'
El servicio de Oncología Radioterápica ha mantenido las revisiones de los pacientes, pero adaptándolas a la modalidad 'no presencial'. Por este motivo, durante los meses de marzo y abril se han realizado un total de 3.623 consultas telefónicas. También se ha mantenido la actividad de los diferentes comités, realizándose algunos de ellos de forma telemática para cumplir con las medidas de seguridad que la situación de crisis sanitaria ha exigido. El mantenimiento de la actividad ha sido posible gracias a la implicación de todo el personal (médicos, enfermeras, auxiliares administrativas, auxiliares de enfermería técnicos y celadores) que ha colaborado para dar respuesta a los pacientes oncológicos y garantizar tanto la seguridad de los pacientes como la de los profesionales.