La ventaja fundamental de esta iniciativa es que los pacientes pueden recibir fármacos que resultan indispensables para el tratamiento de su patología, ya que puede ser que no tengan otra alternativa terapéutica o que la administración de una segunda línea de tratamiento resulte menos eficaz. Actualmente, el Hospital Dr. Negrín realiza con éxito procedimientos simplificados más rápidos, de manera que para recibir el tratamiento el paciente permanece menos tiempo en el hospital que con otros protocolos anteriores. Teniendo en cuenta la situación actual motivada por el COVID-19, esto supone una ventaja importante ya que permite a los pacientes permanecer en el centro hospitalario el menor tiempo posible con el fin de minimizar el riesgo de contagio.
Aunque dicho procedimiento se inició, en un primer momento, en pacientes que se sometían a tratamientos de quimioterapia, con la colaboración de los servicios de Oncología Radioterápica y Oncología Médica, en la actualidad se realiza también con pacientes que padecen otras patologías como puede ser la esclerosis múltiple y a los que se les debe administrar determinados medicamentos. También se puede llevar a cabo en aquellas personas que tras presentar un evento coronario deben tomar un fármaco como la aspirina y presentan intolerancia a la misma. En los últimos meses se ha incrementado en el Hospital Dr. Negrín, de forma importante, la demanda de pacientes que requieren la puesta en marcha de este proceso.
Equipo multidisciplinar
Un equipo multidisciplinar del centro hospitalario del que forman parte diversos especialistas médicos, así como profesionales del servicio de Farmacia y del área de Enfermería, es fundamental para poder llevar a cabo este procedimiento de desensibilización a medicamentos. De esta forma, se altera la respuesta inmune de un paciente alérgico a un medicamento, produciendo una tolerancia temporal, que permite que el paciente pueda recibir de forma segura el fármaco al que es alérgico. Se realiza siguiendo un protocolo establecido para cada paciente, cada fármaco y en función de la reacción previa.
Durante el proceso, el paciente permanece monitorizado y vigilado estrechamente, y en todo momento, por el alergólogo, con el fin de detectar cualquier indicio de una reacción adversa. Si ésta sucediera, se suspendería de forma transitoria la administración del medicamento, y se trataría la reacción. Una vez resuelta, se reduciría la velocidad de infusión del fármaco hasta llegar a completarse la dosis.