Los especialistas destacan que los desfibriladores son dispositivos cuya función principal es la detección y tratamiento de arritmias cardíacas malignas en pacientes con riesgo de muerte súbita. Los desfibriladores tricamerales, además, estimulan el corazón en varios puntos con el objetivo de mejorar la función ventricular en pacientes con insuficiencia cardíaca. En ocasiones, durante la evolución de estos pacientes puede producirse una infección del dispositivo, tratándose de una de las complicaciones más difíciles de manejar.
Profesionales del servicio de Cirugía Cardíaca fueron los encargados de proceder a realizar la extracción del desfibrilador que se encontraba infectado. La complejidad de este procedimiento radicaba en que, posteriormente, resultaba imposible realizar el reimplante del nuevo dispositivo con las técnicas habituales. Por este motivo, y tras una minuciosa valoración del equipo, se decidió realizar un abordaje del implante total del sistema por la capa más externa del corazón, evitando implantar parte del sistema por vía intravascular (por el interior del corazón) con el fin de disminuir al máximo los riesgos de infección.
El implante de todo el sistema de resincronizacion cardíaca y desfibrilación en posición epicárdica es una situación que solo se había realizado con anterioridad en España en pocas ocasiones y en casos muy especiales. Esto es debido a que el diseño del electrodo utilizado para la desfibrilación solo tiene función endovascular por lo que su sutura al corazón en posición epicárdica (extravascular) no aseguraba, en un primer momento, su funcionamiento óptimo. Por este motivo, durante la preparación del procedimiento, fue necesario recolectar una gran cantidad de otros electrodos con diferentes configuraciones durante cuatro semanas desde distintos puntos de Europa en previsión de que el diseño quirúrgico que había sido planteado por el grupo de trabajo no fuera efectivo.
Equipo multidisciplinar
Tras el implante y la comprobación de que todos los parámetros de medida eran los correctos, se procedió a inducir una fibrilación ventricular (parada cardíaca por ritmo ventricular caótico /tormenta arrítmica) a la que el nuevo dispositivo implantado respondió correctamente con unos parámetros mejores de los esperados durante la planificación del procedimiento. Esta técnica que se ha llevado a cabo en el Hospital Dr. Negrín ha sido posible gracias al trabajo de un equipo multidisciplinar que resultó fundamental para culminar con éxito la misma. De esta forma, se abre la posibilidad del tratamiento definitivo a los pacientes con infección de un sistema de desfibrilación implantable, casos cada vez mas frecuentes en la población debido al aumento exponencial de implantes de estos dispositivos.