La organización sindical explica que, cuando la profesional de enfermería embarazada comunica su estado al servicio de prevención de riesgos, la respuesta es que no existe ningún puesto de trabajo adaptado, por lo que la mutua es la que debe conceder la prestación por riesgo para proteger a la trabajadora embarazada y al feto. Sin embargo, la Mutua no acoge a la trabajadora embarazada (salvo en contadas excepciones) hasta la semana 27-28 de gestación (7 meses) a pesar de tener los informes y una resolución favorable de la Gerencia correspondiente, en la que comunican que no tiene ningún puesto adaptable.
En este sentido, la organización sindical denuncia no solo el rechazo de la Mutua a acoger a la embarazada desde el inicio de su gestación, sino a las gerencias que siguen permitiendo esta situación, cuando son éstas las responsables de la seguridad de las gestantes y de su bebé.
Además, existe otro problema grave con las profesionales embarazadas que no son acogidas por la Mutua, ya que éstas se ven obligadas a pedir una Incapacidad Temporal (IT) por temor a lo que le pueda pasar a su bebé al tener que incorporarse a su puesto de trabajo. En este sentido, SATSE ha detectado casos de trabajadoras que, estando de IT, se les ha acabado el contrato y han tenido que pedir el alta, incorporarse a su puesto de trabajo (puesto no adaptado para ella) y volver a coger una IT.
A pesar de que el embarazo es una situación fisiológica, generalmente con un trascurso normal, y que tiene por resultado el nacimiento de un hijo sano, en algunas ocasiones la madre gestante adquiere una vulnerabilidad especial y es ahí donde deben emplearse todos los recursos, asistenciales y administrativos para lograr el resultado más favorable para la madre y su hijo.
Teniendo en cuenta que desde el Ministerio de Igualdad se lucha por la no discriminación de las mujeres, SATSE considera que las profesionales de enfermería embarazadas en esta Comunidad Autónoma están sufriendo una triple discriminación: la no prestación de acogimiento por parte de la Mutua desde el inicio de su embarazo, tener que seguir trabajando en sus servicios a pesar de correr riesgos para ella y su bebé y que no se les ofrezca contratos si están en situación de IT (ocasionadas, además, por la situación de estrés en la que se encuentran).
Para el Sindicato de Enfermería, el SCS debe poner fin a esta situación y no seguir permitiendo a la MAC la concesión o no de la prestación por riesgo de embarazo de la enfermera o fisioterapeuta en base a criterios subjetivos, generando circunstancias discriminatorias entre las profesionales del SCS. De hecho, el Sindicato ha ganado varias demandas judiciales contra la MAC. SATSE recuerda que las gerencias son las responsables de la seguridad y salud de las enfermeras y fisioterapeutas, mientras no se les concede esta prestación. De hecho, son las propias gerencias las que las incorpora a sus puestos.
Por último, SATSE propone que se establezca una normativa común en todas las gerencias para la concesión de la prestación por riesgo de embarazo para todas las enfermeras y fisioterapeutas del SCS.