Según un comunicado, dentro de la especial vigilancia que se está llevando a cabo por miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para combatir la pesca ilegal, la denuncia de la Guardia Civil se instruyó "por realizar el ejercicio de la pesca en zona vedada; capturas en una cantidad de pesca por persona, en la modalidad de pesca recreativa (pesca submarina), superior al doble del límite máximo fijado en 5 kilos; utilización de fusil de pesca submarina en la proximidad de pescadores de superficie; realización de la pesca submarina a menos de 150 metros de un buceador que se encontraba con anterioridad en la zona y debidamente señalizado con boya roja; y por último, no marcar la posición mediante una boya de señalización de color rojo o naranja claramente visible".

Estas infracciones cometidas están encuadradas dentro de la Ley de Pesca de Canarias 7/2003 de 10 de abril, el Decreto 121/1998 que regula la pesca marítima de recreo en las aguas interiores del archipiélago Canario y al Decreto182/2004 de 21 de diciembre, por la que se aprueba el Reglamento de la Ley de Pesca de Canarias.

En la actuación se le decomisaron al hombre 18 kilogramos de pescado variado (viejas, samas y doradas), así como diferente material de pesca submarina, al considerar los agentes que eran útiles empleados en la comisión de la infracción.

Los materiales empleados fueron un fusil de pesca submarina, una linterna y un puñal, quedando todo ello intervenido por los agentes de la Guardia Civil.