El ADN de la arrestada y del bebé determinan fehacientemente que el cuerpo sin vida del recién nacido corresponde al del hijo de esta mujer, detenida como presunta autora de un delito de homicidio al arrojar a un recién nacido a la basura.
El cadáver fue hallado en el complejo medioambiental de Arico, al sur de Tenerife, cuando un operario del servicio de tratamiento de basura de la Planta Integral de Residuos Sólidos dio la alerta porque había encontrado algo que parecía el cuerpo de un recién nacido.
La autopsia realizada al cadáver del recién nacido reveló que el bebé nació con vida.