Entre los últimos indocumentados socorridos, cuyas tareas de rescate finalizaron la pasada noche, se encuentran 23 mujeres y 46 menores de edad, provenientes en su mayoría de países africanos y asiáticos, como Egipto, Pakistán, Irak y Túnez.
Está previsto que estos últimos rescatados lleguen este sábado por la mañana a bordo de la nave anfibia San Marco de la Marina italiana al puerto de Augusta, en la isla de Sicilia, donde anoche consiguieron desembarcar los 233 indocumentados, entre los que hay siete mujeres.
Las autoridades italianas deberán ahora revisar el estatus de estas personas, ya que muchas de ellas podrían ser potenciales solicitantes de asilo.
Malas condiciones meteorológicas
Tras el trágico naufragio que tuvo lugar el pasado mes de octubre en la isla italiana de Lampedusa, en el que perdieron la vida 366 inmigrantes eritreos, el Gobierno de Italia ha lanzado una operación especial combinando embarcaciones, helicópteros y aeronaves no tripuladas para supervisar el mar Mediterráneo.
El flujo de inmigración ilegal marítima hacia las costas italianas no se ha detenido, a pesar de las complicadas condiciones meteorológicas y marinas y de que el invierno es una estación en la que habitualmente se frena este fenómeno.
Italia es la principal puerta de entrada a Europa para muchos inmigrantes que buscan una vida mejor y, de forma trágica, también se ha convertido en cementerio para muchos de ellos. la cifra de entradas por mar al país mediterráneo desde el norte de Africa se ha multiplicado por más de tres durante el último año debido, principalmente, a la llegada de refugiados sirios que huyen de la guerra civil, y de los que huyen de las hambrunas en el Cuerno de Africa.
Durante las últimas dos décadas, Italia, Grecia y la isla mediterránea de Malta se han llevado la peor parte de los flujos de inmigración, por lo que han instado a llevar a cabo una respuesta coordinada con la Unión Europea, algo que los Veintiocho han sido incapaces de conseguir hasta ahora.
