Durante toda la madrugada de este lunes se han registrado disparos y explosiones en la instalación. Unas 12 horas después (primera hora de la mañana en la España peninsular), un portavoz de la fuerza paramilitar de Karachi citado por AFP daba por controlada la situación con la muerte de todos los asaltantes, entre 10 y 13, según las fuentes.
Además de los atacantes, han muerto nueve miembros de la seguridad del aeropuerto, tres de las fuerzas de seguridad y cinco trabajadores de las instalaciones del aeropuerto de la ciudad meridional, informa Efe citando fuentes oficiales. Además, al menos 20 personas han resultado heridas, varias de ellas de gravedad.
Demostración talibán
Al parecer, ningún avión ha resultado dañado. El aeropuerto de Karachi fue cerrado al tráfico y se espera que reabra a lo largo del día mientras los aeródromos del país están en máxima alerta.
Este ataque a una instalación civil es una de las mayores acciones de los últimos años a cargo de la insurgencia, que hace tres años lanzó un audaz ataque contra una base aérea en Karachi en un asalto que duró 17 horas y dejó una veintena de muertos.
Karachi es la ciudad más poblada de Pakistán, con cerca de 20 millones de habitantes, y la que mayor índice de muertes violentas registra en el país, debido al crimen organizado, la violencia sectaria y los grupos insurgentes.
Un portavoz del principal grupo talibán del país, el TTP, ha reivindicado la autoría del ataque y lo ha justificado como una "reacción al asesinato de gente inocente en los bombardeos (del Ejército) en las aldeas", que se suceden con frecuencia. "Hemos efectuado este ataque como un mensaje al Gobierno de Pakistán de que aún estamos vivos", ha afirmado el portavoz Shahidulá Shahid, cuya organización se ha visto sacudida por las disensiones internas y la marcha de casi la mitad de sus 10.000 integrantes, informa Efe.
Citado por el diario local Dawn, el portavoz talibán ha afirmado que el ataque de hoy estaba planeado desde hace tiempo pero que se había pospuesto a causa del fallido proceso de diálogo iniciado por los insurgentes y el Gobierno el pasado mes febrero. Tras el fracaso de las conversaciones, el Ejército lanzó hace unas semanas una serie de bombardeos en bastiones talibanes del cinturón tribal que acabaron con la vida de un centenar de milicianos y que forzaron a muchos yihadistas a refugiarse en el vecino Afganistán.
Atentado contra peregrinos chiíes
En otro extremo del país, en la región de Baluchistán (cerca de la frontera con Irán), al menos 22 peregrinos chiíes han muerto en un atentado suicida en Taftan (suroeste). El ataque se ha producido cuando diez autobuses con peregrinos cruzaron la frontera procedentes de Irán y aparcaron frente a los hoteles donde tenían previsto pasar la noche, según ha indicado una fuente oficial al diario local Dawn.
El secretario del Interior de la provincia de Baluchistán, Akbar Hussain Durrani, ha señalado que hubo varias explosiones y disparos, hasta que las fuerzas de seguridad de la frontera lograron controlar la situación.
En la misma provincia murieron el pasado sábado al menos diez integrantes de grupos armados durante una operación del Cuerpo de Fronteras paquistaní para erradicar a bandas armadas. Mientras que el viernes otros 30 milicianos murieron en una operación de las autoridades paquistaníes contra grupos armados nacionalistas de esta provincia.
Fronteriza con Afganistán e Irán, Baluchistán es la región más extensa y menos poblada de Pakistán y es escenario de ataques habituales de grupos secesionistas, milicias islamistas y redes mafiosas que operan en todo el país.