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27 Mar

El copiloto pasó por un episodio depresivo hace seis años

Francia/ Tras finalizar los registros de la vivienda familiar y el piso del copiloto de Germanwings que supuestamente estrelló el avión Airbus A320 con 150 personas a bordo en los Alpes franceses, la atención recae ahora sobre los motivos que pudieron llevar al joven a hacerlo.

Tanto las autoridades francesas como las alemanas han descartado la hipótesis del terrorismo, pero los investigadores no han podido todavía esclarecer el motivo que ha llevado a Andreas Lubitz, de 27 años, a estrellar deliberadamente el avión.

El fiscal de Marsella, Brice Robin, ha explicado que Lubitz estaba solo en el compartimento de control en el momento de la colisión y que redujo "premeditadamente" la altitud del aparato en su camino de Barcelona a Düsseldorf el pasado martes.

 

Una de las lagunas a las que se aferra la investigación es un período de seis meses en el que el copiloto interrumpió voluntariamente su formación. La compañía destacó este jueves como "confidencial" la información. Sí dejaron claro que a su regreso aprobó satisfactoriamente las pruebas físicas y psicológicas. Además, han destacado los "reconocidos test" de selección del personal de vuelo de Germanwings que ha calificado de "muy concienzudos".
La prensa alemana se refiere a una depresión

Según informa este viernes el diario alemán Bild, Andreas Lubitz recibió tratamiento psiquiátrico por un "grave episodio depresivo" hace seis años.

Citando documentos internos y fuentes de Lufthansa, el diario germano ha informado de que Lubitz pasó un año y medio recibiendo tratamiento psiquiátrico y ha señalado que Alemania entregará unos importantes documentos a los investigadores franceses en cuanto sean analizados por sus propios agentes.

El "grave episodio depresivo" a que se refiere el periódico quedó constatado, según el rotativo, en el acta sobre el copiloto del departamento de tráfico aéreo alemán bajo el código "SIC", que se refiere a la necesidad de que el afectado se someta a "revisiones médicas regulares".

La edición digital del semanario Der Spiegel afirma, asimismo, que en los registros realizados este jueves durante horas en las dos viviendas del copiloto -la de sus padres y la propia, en Düsseldorf- se incautaron informes que respaldan la tesis de los transtornos psíquicos. Dicho medio no concreta, sin embargo, más detalles acerca de éste u otro material incautado.
Registro del piso y la casa familiar

La policía alemana ha registrado este jueves la vivienda familiar de Andreas Lubitz. Los agentes han abandonado la casa en la localidad de Montabaur, al oeste de Alemania, entrada la noche portando al menos un ordenador y bolsas azules con pruebas. Asimismo, un hombre que tapaba su rostro con una chaqueta ha sido escoltado desde la vivienda hasta un vehículo policial.

Las autoridades también han inspeccionado el piso de Lubitz en Düsseldorf en busca de pruebas que puedan revelar los motivos que le llevaron a no permitir regresar a la cabina a su compañero según ha revelado el audio de la caja negra.

"Las autoridades francesas han solicitado una orden de registro al fiscal de Düsseldorf que pidió a la policía de la ciudad que registrase el apartamento del piloto", ha explicado del portavoz de la policía local, Markus Niesczery, que ha especificado que un equipo de cinco investigadores ha entrado en la casa.
Un profesional "impecable"

Andreas Lubitz, de nacionalidad alemana era un profesional "impecable" y "apto 100% para el vuelo, sin ningún tipo de peculiaridad", según ha manifestado este jueves el presidente de la aerolínea Lufthansa, Carsten Spohr.

Lubitz se incorporó a la aerolínea en 2013 y acumulaba 360 horas de vuelo. Personas próximas al copiloto lo describen como un tipo afable que no había manifestado nunca intención o deseo de hacer daño a los demás.

El copiloto del avión accidentado en Francia tenía 28 años y trabajaba en Germanwings desde 2013
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En el audio de la caja negra del avión hallada el martes puede escucharse cómo, desde el despegue en Barcelona y durante los primeros 20 minutos, los pilotos hablan en alemán de forma tranquila. Después, el comandante hace un resumen del aterrizaje previsto en Düsseldorf a las 11.55.

Las respuesta del copiloto son "lacónicas, breves", según el fiscal. A las 10.30 el comandante pide al copiloto que asuma el mando. Se oye el sonido de una silla que se arrastra, abre la puerta, y sale de la cabina de control de mando, presumiblemente para ir a hacer sus necesidades.

Poco después, se percibe cómo el comandante primero llama suavemente para volver a entrar, luego lo hace con fuerza, y por último intenta derribar la puerta sin obtener en ningún momento respuesta de su compañero, que no hace ninguna comunicación de auxilio hasta el momento en el que el avión se estrella.

Justo antes del impacto final, en el audio se oye el ruido de un primer impacto con un talud antes de estrellarse definitivamente en la montaña.

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