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17 May

La Policía Local de Santa Cruz detecta el transporte irregular de comida a centros docentes

Santa Cruz de Tenerife/ Una empresa distribuía los alimentos a los furgones de reparto en plena vía pública y sin respetar las condiciones de conservación obligatorias.

Agentes de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife intervinieron, el pasado 10 de mayo, al detectar una actividad de transporte de alimentos perecederos incumpliendo las condiciones higiénico-sanitarias obligatorias en estos casos. La mercancía consistía en desayunos y almuerzos destinados a los comedores de varios centros docentes de la capital tinerfeña.


La dotación policial llevaba a cabo labores habituales en la zona de la carretera hacia Hoya Fría para el control de documentación y condiciones de vehículos, dentro de la campaña promovida por la Dirección General de Tráfico (DGT) cuando observaron el procedimiento de trasvase de mercancía entre dos furgones frigoríficos estacionados en plena vía pública. Al ser preguntado por esta circunstancia el conductor de uno de los vehículos explicó que era un procedimiento habitual en esa empresa de catering que repartía comida a varios colegios.

Según la información recabada el furgón de mayores dimensiones, procedente del sur de la isla, estaciona en ese punto a las 07:00 horas y, posteriormente, varios furgones de reparto acuden hasta allí a lo largo del día para recoger los alimentos y llevarlos a los centros docentes.

Además de esta anomalía, al verificar la comida que permanecía en los furgones los agentes constataron diversas irregularidades. Los alimentos fueron inmovilizados de inmediato aunque el conductor de uno de los furgones explicó que esta empresa se ocupa de distribuir comida entre una cincuentena de centros docentes, aunque no aportó notas de entrega de los transportado, ni de la planificación de reparto.

En varias cajas se almacenaban unas bolsas de plástico conteniendo 30 desayunos, entre estos alimentos había yogures que al no estar refrigerados su consumo podía ser un riesgo. De inmediato se solicitó la presencia de un inspector del servicio de Sanidad Municipal para comprobar esta situación. Con las mediciones realizadas se verificó que este derivado lácteo estaba a una temperatura de 19,2 grados cuando no debe estar a más de 6 grados según la normativa de transporte de mercancía perecederas.

Los integrantes de la Policía Local también avisaron al departamento de Salud Pública del Gobierno de Canarias, personándose en el lugar otro inspector, y continuando con la revisión de las condiciones de los alimentos. Respecto a los almuerzos que se guardaban en el furgón "nodriza" también se comprobó que su temperatura era de 43 grados, cuando deben ser transportados a un mínimo de 65. El personal de la empresa insistió que esta práctica la realizaban todos los días durante el curso escolar.

Precisamente, el furgón en el que se almacenaba toda la comida tenía apagado su sistema de refrigeración y no se podía arrancar puesto que su responsable se había ausentado, tan sólo era accesible su zona de carga para que los vehículos de reparto acudieran allí a recoger los alimentos y seguir con su distribución. En la inspección ocular también se observó que los conductos del refrigerador estaban taponados con bolsas de plástico. En diferentes contenedores de corcho se detectaron hasta 124 raciones con alimentos preparados como puré de berros, crema de zanahoria y salchichas con tomate, todo ello en aparentemente deficientes condiciones de conservación.

Además, al detectarse mal olor en el interior del furgón se pidió explicaciones al conductor por el contenido de 18 pequeños contenedores, que estaban llenos de desechos de comida retirados varios días anteriores del catering de una empresa naviera. Con los datos recabados y las circunstancias de este transporte se realizó un detallado informe policial que se remitió a Sanidad Municipal, área de Transportes del Cabildo Insular de Tenerife y al Servicio Canario de Salud.

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