Según la agencia ANSA, el administrador del hotel envió un correo electrónico a la Prefectura de Pescara alertando del peligro, pero no llegó a recibir ayuda para la evacuación. Ahora, según medios italianos, la Fiscalía investiga un posible delito de homicidio involuntario.

La situación se estaba volviendo "preocupante", alertó Bruno Di Tommaso, administrador del Hotel, y solicitó un plan de evacuación en un correo electrónico enviado al Prefecto de Pescara, el presidente de la provincia, la Policía provincial y el alcalde de Farindola, cuya copia ha sido difundida el domingo por medios italianos.

"Los clientes están aterrorizados tras los terremotos y han decidido quedarse fuera", informó el director, y añadió que no pudieron abandonar el lugar "debido a los caminos bloqueados".

"Hay alrededor de dos metros de nieve", señalaba Di Tommaso en el correo. Los clientes de "12 habitaciones ocupadas", expresaron su temor a los terremotos recién producidos: "Tratamos de hacer todo lo posible para calmarlos", urgió el responsable.

Parte de los huéspedes del hotel optaron por "pasar la noche en el coche", relata Di Tommaso completando el relato de lo que los rescatadores hallaron luego.

El administrador señaló entender "dificultades de carácter general" que las autoridades debían estar afrontando, pero reclamó un plan de actuación urgente, "estamos a la espera de un acuse de recibo", finaliza el texto de socorro. Horas después, miles de toneladas de nieve y escombros sepultaron el hotel.