Con los datos recabados en las etiquetas de las prendas se pudo calcular que el valor total de este material ascendía a 250 euros. Además, en la bolsa que portaba el individuo también llevaba unos alicates metálicos, de unos 25 centímetros de largo y un aparato de plástico que se utiliza para retirar los precintos de seguridad de los productos. Tras verificar sus datos y constatar que no tenía reclamaciones judiciales se prosiguió con la investigación de los hechos.
El hombre no supo aclarar la procedencia de los artículos y, aunque no fue detenido, los agentes comenzaron a recabar diferentes datos en las tiendas de procedencia de estas prendas. De hecho, tras entrevistarse con los responsables de las tiendas se constató que este varón se caracteriza por este tipo de hechos, siendo identificado plenamente por los responsables de los establecimientos comerciales. En algunos de los casos, al ser detectado realizando este tipo de hurtos había mantenido enfrentamientos verbales con los mismos. De todo ello se dio cuenta a la autoridad judicial.