Al llegar a la zona la Guardia Civil y entrevistarse con los acertantes, éstos les comentaron que la mujer en cuestión había regresado a su domicilio apenas unos minutos antes, pero que aparentaba un estado de embriaguez.
Atención a los menores y detención
Los agentes se dirigieron rápidamente al domicilio en cuestión, comprobando como la puerta estaba abierta y dentro se escuchaban llantos de niños, por lo que inmediatamente entraron, observando seguidamente un gran desorden en la vivienda, además de dos menores de edad, un varón de 4 años de edad y una niña de 1 año y 8 meses con signos de descuido, ya que ésta encontraba en el interior de la cuna, con un mal estado higiénico general y el pañal con abundantes excrementos, con rozaduras en los muslos -signos evidentes de permanecer varias horas con el mismo pañal-.
El niño de cuatro años no cesaba de llorar y pedir comida, decidiendo los agentes ofrecer agua y comida a los dos menores, reaccionando con ansia al ofrecimiento.
Los agentes comprobaron además como la madre de los mismos – de iniciales S.G.S.- se hallaba tumbada, sin ropa alguna, en la cama y con síntomas de encontrarse embriagada.
Inmediatamente los agentes iniciaron las oportunas gestiones para encargarse de los menores de edad y movilizar los pertinentes recursos de emergencia a través del 112, que ofrecieron una primera atención médica a los menores, de los cuales se responsabilizó finalmente su abuelo, residente en el municipio citado.
Posteriormente la Guardia Civil detuvo a S.G.S. por un delito de abandono de menores en base al artículo 230 del Código Penal, pasando a disposición del correspondiente Juzgado de Guardia de la localidad de Maspalomas.