Los ejemplares, intervenidos en un centro de hípica del municipio tinerfeño de Arona, pertenecían a la subespecie Trachemys scripta, conocida como tortuga de Florida, considerada como una las cien especies exóticas invasoras más perjudiciales del planeta según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Estos animales producen alteración en el hábitat, sobre otras especies y sobre la salud humana.
En concreto, ocasionan daños en la vegetación, compiten con otros animales de la fauna autóctona y contribuyen a la expansión de enfermedades y parásitos. Esta subespecie, originaria las zonas tropicales y subtropicales de América, fue introducida como mascota .
Tras la inspección, los agentes del GRUMA emitieron el acta de infracción correspondiente, contemplado en el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto por el que se regula el Catálogo español de Especies Exóticas Invasoras, que prohíbe la posesión, transporte, tráfico y comercio.
