Los rastreos, según indicaron desde el citado cuerpo, incluyen el área que va desde Anaga a Güímar. Se desarrollan tanto por tierra como por mar y aire. No se descarta ninguna hipótesis.
Avisó a su expareja de que no los vería más
En las primeras horas de este jueves, ha trascendido que la madre de las niñas denunció ante la Guardia Civil que su expareja le llamó para decirle que no iba a verlas más, ni a él tampoco. Ello, según indicaron fuentes de la investigación.
El progenitor se las llevó a las 17.00 horas del martes 27 y tendría que haberlas devuelto ese mismo día a las 21.00. Posteriormente, según las mismas fuentes, la mujer, Beatriz Z., recibió la llamada de su expareja, Tomás Antonio G.C.. y puso la denuncia por la desaparición.
El caso se ha catalogado desde que se tuvo conocimiento como una desaparición de alto riesgo y, en este momento, se investiga como un potencial secuestro parental, sin descartar otras hipótesis.
Amenazas en diciembre
La mujer ya se había quejado en diciembre ante la Guardia Civil de que su expareja la había amenazado verbalmente, pero no quiso presentar denuncia.
No obstante, los agentes realizaron un seguimiento de oficio y, en marzo, volvieron a preguntarle. La mujer dijo entonces que el episodio de las amenazas de diciembre no se había repetido, han precisado las fuentes.
Desde este miércoles, un amplio dispositivo de la Guardia Civil busca a los desaparecidos por aire, tierra y mar, tras hallarse a la deriva frente al puertito de Güímar un barco vacío propiedad del desaparecido y con el que al parecer zarpó desde la Marina de Santa Cruz de Tenerife.
El rastreo ha ampliado su radio de acción desde la punta de Anaga hasta Güímar, informaron fuentes de la Guardia Civil.
Los medios aéreos y marítimos desplegados en este dispositivo peinan la zona por la que sospechan pudo haber transitado la embarcación de Tomás Antonio G.C..
En el dispositivo de búsqueda participan servicios aéreos y marítimos de la Guardia Civil, así como efectivos de Salvamento Marítimo y un helicóptero del 112 del Gobierno de Canarias.
En paralelo a estas labores, un equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil revisa la embarcación en la dársena pesquera del puerto de Santa Cruz, adonde fue remolcada anoche.
El padre, Tomás Antonio Giméno, es un varón de 37 años de edad, de 1,85 metros de estatura y 75 kilos de peso. La última vez que se le vio vestía una bermuda de color oscura y una camiseta negra, según consta en la descripción publicada en la web del Centro nacional de desaparecidos del Ministerio del Interior.
La niña de mayor edad vestía pantalón de chándal largo gris, jersey azul y zapatillas negras.