El buque oceanográfico Ángeles Alvariño participará unos días más en los trabajos de búsqueda de Anna y Tomás Gimeno, en Tenerife, según han confirmado fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias este miércoles.
El barco del Instituto Español de Oceanografía, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, está equipado con un radar de barrido lateral y un robot marino que fueron claves para hallar en el fondo del mar el cuerpo de Olivia, la hija mayor del hombre que desapareció con las dos niñas.
Sin embargo, el buque, apto para trabajar hasta 2000 metros de profundidad, tiene una operatividad limitada para trabajos continuados, según ha informado la Delegación del Gobierno en Canarias. Por ello, mientras tanto, la Guardia Civil busca alternativas tecnológicas en el ámbito civil para seguir el rastreo si fuera necesario.
Presunto asesinato y caso de violencia de género
Las autoridades rastrean la zona para localizar a Anna y Tomás Gimeno, a quien el auto de la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Güímar culpa de presuntamente matar a sus dos hijas en su casa de Igueste de Candelaria, envolviéndolas luego en toallas e introduciéndolas en bolsas de basura. Cree que metió a su vez en bolsas de deporte para lanzarlas al mar sujetas a una cadena, un cabo y un ancla.
En un nuevo auto judicial conocido este miércoles, la jueza de instrucción estima, además de asesinato, un delito contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género, por el trato que dispensó el acusado a la madre de las dos pequeñas con comentarios "descalificativos, ofensivos y ultrajantes".
Investigación interna en la Guardia Civil
La Guardia Civil ha abierto una información reservada para revisar la actuación policial desde que se inició la búsqueda de las niñas y Tomás Gimeno.
La madre acudió a las 22:40 a la comandancia de la Guardia civil, donde en presencia de un agente llamó a Tomás Gimeno. A través del manos libres, un agente pudo escuchar cómo el padre le aseguraba a Beatriz que no volvería a verlas, situación que ha motivado la investigación interna.
El agente, sin embargo, no comunicó este hecho y dijo a la madre que debía esperar para poder poner la denuncia, ya que había dentro un detenido por agresión sexual. Es por ello que Beatriz finalmente opta por irse.
Poco después, una patrullera interceptó a Tomás Gimeno a las 23:45 por incumplir el toque queda cuando llegaba a puerto con su embarcación. No obstante, fuentes han señalado que aunque el agente hubiera dado novedades en el momento en el que acudió Beatriz a la comandancia, no hubiera dado tiempo a que apareciesen los datos de Gimeno en el sistema.
Por el momento, el abogado de la víctima ha rechazado criticar la operación policial.
