Inmediatamente los componentes del Destacamento Marítimo de Corralejo se dirigieron al lugar a bordo de la patrullera ligera S-36 a la zona donde posiblemente pueda hallarse, pudiéndo localizar a 4 millas de la costa norte de Fuerteventura, un catamarán de 13 metros de eslora y 7.5 de manga en el que nadie respondía a ningún tipo de señal o llamada emitida por la Guardia Civil además de llevar la embarcación auxiliar descolgada y golpeando en el agua.

Vista la situación, dos componentes del Servicio Marítimo de Fuerteventura decidieron subir a bordo tras constatar que no había nadie en el interior y navegaba sin tripulantes, comprobando además como estaba activado el piloto automático a una velocidad de 1.6 nudos y un rumbo de 217º hacia la costa de la isla de Fuerteventura.

Inmediatamente la Guardia Civil tomó el gobierno del barco y puso rumbo al muelle de Playa Blanca mientras de forma paralela realizaban las gestiones oportunas para localizar a su propietario, un ciudadano francés que se encontraba en el muelle de Playa Blanca tras caerse accidentalmente del barco en navegación, pudiendo alcanzar la orilla por sus propios medios ya que portaba el correspondiente chaleco salvavidas. Una vez localizado en Playa Blanca por parte de la Guardia Civil del Puesto Principal de Yaiza, los componentes del Servicio Marítimo hicieron entrega del gobierno del barco que fue trasladado por su propietario hasta el puerto de Marina Rubicón.