También supone una amenaza para la salud humana, ya sea para los agricultores y ganaderos que están en contacto directo con las sustancias nocivas (a través de la inhalación, la afección a la piel, etc.), como por contaminación de los cultivos que luego se comercializan. También puede afectar a los acuíferos por filtración a través del suelo.
La puesta en marcha de esta iniciativa responde, tal como explicó el consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, a la voluntad de hacer hincapié en la "prevención y en la concienciación" frente a la sanción. De este modo, las personas que aún posean este tipo de productos podrán depositarlos de 9:00 a 15:00 horas en la Granja del Cabildo de Gran Canaria y el punto limpio de Vecindario.
El consejero de Sector Primario y Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo, explicó que la mayoría de los pequeños agricultores y ganaderos no pueden hacer frente a los costes de contratar un gestor autorizado de este tipo de residuos por lo que el servicio que ofrece el Cabildo es muy importante para preservar su salud frente a los riesgos del veneno y evitar futuras sanciones.
Esta campaña de recogida va dirigida a particulares, dado que las empresas sí tienen obligación de contratar a un gestor autorizado. La estrategia para erradicar el uso ilegal de venenos en Canarias vigente desde 2014 y las acciones para lograrlo basa en tres líneas: la mejora y centralización de la información, la prevención del uso ilegal del veneno y la persecución del delito.
Al ser la primera vez que se lleva a cabo una recogida de venenos y productos fitosanitarios prohibidos en Gran Canaria no hay datos ni estimaciones sobre la cantidad de estas sustancias que pueden estar acumuladas en las propiedades de los agricultores y ganaderos. No obstante se llevó a cabo una campaña similar en La Palma los días 26 y 27 de febrero que tuvo como resultado la retirada de 44 bidones de productos fitosanitarias y 38 palés con recipientes o embalajes vacíos.