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¿Es acertado relegar las hierbas curativas al olvido?
El siglo XX estuvo marcado por la industrialización y la supremacia de la química. La importancia de las plantas como remedios curativos comenzó a perderse, y con el progreso y el éxito de las ciencias naturales las sustancias de muchas plantas medicinales fueron aisladas para ser sintetizadas en su forma pura. En un paso posterior se modificaron las estructuras de las sustancias extraídas de las plantas, para lograr medicinas más efectivas o más asimilables.
La Tierra sufre ya daños irreversibles
El ser humano, de la misma forma que actúa un tumor maligno en el cuerpo, se expande sin control y sin ningún tipo de miramientos. Tanto uno como otro crece sin tener en cuenta como le va al vecino de al lado, en el caso del tumor sin tener en cuenta lo que los demás órganos puedan necesitar para seguir viviendo.
¿Van también las mujeres al cielo?
Sin lugar a dudas las mujeres de todo el mundo estaremos completamente felices cuando ya no se celebre ningún día mundial de la mujer, porque la igualdad y nuestros derechos estarán equiparados a los del hombre; lamentablemente esto aún no es así. Tampoco las mujeres del occidente cristiano, sobre todo las que supuestamente vivimos en el primer mundo, quisiéramos apoyar un día así en pleno siglo XXI. Sin embargo, en muchos ámbitos de la vida todavía seguimos discriminadas y menospreciadas; un ejemplo claro lo viven las mujeres en la Iglesia; allí los hombres que dicen representar a Jesús, mantienen abiertamente una falta total de igualdad hacia las mujeres, aunque se sabe que Jesús tuvo entre sus seguidores a muchas mujeres a las que nunca discriminó.
El ser humano actúa en la Tierra como lo hace un tumor
Si como se sospecha, el ser humano se comporta como un carcinoma de la Tierra, que destruye áreas enteras, se expande sin miramientos y envenena todo su entorno. Sí como un tumor maligno puede consumir todo el organismo matando con ello a quien lo porta, ¿no habría que preguntarse si el ser humano también está matando al planeta Tierra? La respuesta es sí. El ser humano destruye los reinos naturales y mata con ello a la Tierra, con lo que él también morirá. Básicamente se puede afirmar que se trata de un suicidio a plazos.
Sí Jesús no fue machista, por qué la Iglesia si
Cada vez más personas con buena capacidad analítica llegan a la conclusión de que la Biblia no es la auténtica palabra de Dios, pues existe en ella muchas contradicciones, lo que no quita que contenga partes de verdad. Sin embargo para entender nuestro presente es interesante remitirnos a determinados pasajes de la misma, así comprenderemos porqué por ejemplo la mujer juega un papel tan insignificante en las iglesias a pesar de que Jesús nunca tuvo un comportamiento machista para con ellas, es más, El siempre intercedió a favor de las mujeres cuando sufrían injusticias.
¿Existe realmente el infierno?
Si miramos nuestro mundo, no necesitamos adivinar si en el Más allá existe un infierno. De muchas maneras el fuego infernal ya arde aquí en esta Tierra. Las angustias de este mundo por ejemplo a causa de enfermedades, pobreza, hambre, guerras y catástrofes bastan para decir que el infierno lo tenemos ya aquí en la Tierra.
Del vegetar al vivir
Hay científicos que creen que pueden crear vida, pero pocos se paran a pensar que sin la sustancia base de la vida no pueden crear ninguna forma de vida.
¡Ay de los que hacen de la luz tinieblas y de las tinieblas luz!
Ningún verdadero profeta de Dios fundó religión alguna, tampoco Jesús de Nazaret. Ni los profetas del antiguo Testamento, ni el Profeta más grande de todos los tiempos, Jesús, jamás instauro o emplazó a sacerdotes, obispos ni a cualquier otro tipo de dignatarios. Es más, Jesús habló en contra del sacerdocio, no importa como éste fuera mostrado públicamente por sus representantes.
Cada cosa que hacemos tiene sus consecuencias
Nada ocurre por casualidad. Cada cosa, cada suceso y cada situación tiene su causa, alguien que lo genera y cada causa produce un efecto. Aunque también cada efecto se transforma en una causa para un nuevo efecto en tanto no lo reconozcamos a tiempo ni lo captemos como fruto de nuestro propio comportamiento anterior. Por eso tenemos que esforzarnos en reconocer el efecto y soportarlo con alegría, en la conciencia de que el Eterno, la Vida, nos asiste.
Nada en esta vida pasa por casualidad
Las personas deberiamos ser conscientes de que todo aquello que pensamos, decimos y hacemos es energía. De hecho tanto las células de nuestro cuerpo como las partículas del alma acogen sin descanso los contenidos de todo nuestro comportamiento.