El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ha advertido hoy en su 'blog' que "Canarias no puede esperar", ha denunciado que es el Gobierno central el que "por acción u omisión, está generando problemas y confrontando con Canarias" y ha reivindicado que el Ejecutivo de Mariano Rajoy "no puede seguir dando la espalda, ni presupuestaria ni políticamente, a dos millones de ciudadanos que viven a más de mil kilómetros de la España continental".
Rivero exige a la Administración española que reconsidere algunas decisiones tomadas en los últimos meses y que "reabra- pero ya- la senda del diálogo, de la lealtad y el respeto en ambas direcciones, de los esfuerzos en común".
El dirigente canario recuerda que desde que arrancó la presente legislatura en el ámbito estatal ha apostado por el entendimiento, porque "los ciudadanos no merecen tensiones sino soluciones. Firmeza sí, pero no tensiones". Algo que, según añade, trasladó al Rey en su reciente visita a Madrid, al que dice haber informado de la "situación extremadamente delicada que afrontan nuestras islas".
Asegura que su obligación de defender el interés de Canarias, lo llevó a trasladar al Rey – "con responsabilidad, lealtad y realismo"– la necesidad de que se actúe "para evitar que las Islas se conviertan en un problema de Estado".
Rivero insiste en que el gobierno canario "tiende la mano" y advierte de que "quienes por acción, omisión o delegación están fomentando que no se apueste ni invierta en Canarias, están abonando el terreno del problema de Estado en las Islas". Al respecto manifiesta que "no están arrinconando al Gobierno de Canarias, sino a dos millones de canarios que viven a más de mil kilómetros de España, de la España continental".
"Y, si todo obedece a estrategias de partido, dan muestras –mal aconsejados– de una actitud tan irresponsable como torpe", apostilla.
Afirma que la jefatura del Estado y el Gobierno de España "deben ser conscientes de la dimensión del problema", por lo que recomienda abrir cauces de diálogo, porque "hay mucho en juego como para que menudeces partidistas pongan en riesgo el futuro de esta y futuras generaciones". Asegura que agotar todas las vías de diálogo posibles para impedir daños mayores ha sido "siempre" la disposición del Gobierno de Canarias.
JUSTICIA ANTES QUE PRIVILEGIOS
El presidente canario manifiesta que el Archipiélago "nunca ha pedido privilegios, ni lo hará. Sólo quiere justicia", en referencia a que se atiendan una serie de necesidades que no son, objetivamente, iguales a las de los territorios continentales.
Reitera que la insularidad obliga a "esfuerzos suplementarios" en materia de sanidad porque, según concreta, su carácter archipelágico condiciona la movilidad; porque la lejanía de la Península precisa de factores correctores en la adquisición de bienes y servicios; necesita medidas que estimulen una economía dependiente y otras más que consoliden su principal industria, el turismo; además de la exigencia de profundizar en su peculiar régimen fiscal. "En definitiva, porque la diferencia ha de ser siempre un valor añadido, jamás una carga", puntualiza.
"Debemos ser tratados de manera particular, como así lo ha entendido inequívocamente la Unión Europea", precisa.
Rivero insiste en que en la actualidad "no hay una política de Estado con Canarias" y defiende que tanto la Administración canaria, como la central "deben trabajar de nuevo conjuntamente", algo que dice compartir con empresarios, sindicatos y diferentes colectivos. "Siendo así, la pelota está ahora en el tejado del Gobierno de España", concluye.