La elaboración de la planificación hidrológica en su segundo ciclo, y en virtud del cumplimiento de la Directiva Marco del Agua 2000/60/CE, obliga a identificar y diagnosticar la calidad de las distintas masas de agua, como ha sido el caso. La Dirección General de Aguas, de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, encargo este trabajo que supuso durante un mes una campaña de muestreo, en el sur y costa este de Lanzarote, de la que se obtuvieron niveles de tributilestaño por debajo del límite de detección de la propia técnica analítica utilizada.
El tributilestaño, y sus derivados, es una sustancia catalogada como peligrosa prioritaria ampliamente utilizada en el sector náutico por sus propiedades biocidas, especialmente en la elaboración de pinturas antiincrustantes que evitan o ralentizan el crecimiento de percebes, algas y organismos marinos que se adhieren al casco del buque o a pantalanes, muelles, etcétera.
Algunos de los compuestos derivados de este componente químico pueden resultar tóxicos para el medio ambiente y la fauna, especialmente para peces y moluscos, organismos en los que pueden detectarse altas concentraciones debido a la bioacumulación y biomagnificación, es decir, al proceso de aumento de las concentraciones a medida que se avanza en el nivel trófico en la cadena alimenticia.