El UOFF está integrado todo el año por 130 personas a las que se suman un centenar para la campaña contraincendios, cuya fase de alto riesgo se extiende del 1 de julio al 30 de septiembre, explicó el consejero de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo grancanario, Juan Manuel Brito.
El colectivo está formado por seis unidades PRESA, que son transportados en helicóptero hasta la cabeza del fuego, la parte más peligrosa, para frenar su avance a pie de llama, mientras casi un centenar de miembros BRAVO se suman por tierra a la cola y flancos traseros. Más de una quincena de agentes, mandos intermedios y policías forestales, además de la Brigada de Investigación de Fuegos Forestales, formada por ingenieros, geógrafos y licenciados en derecho con un alto grado de eficacia, conforman forman parte del operativo, detalló.
La unidad de logística, encargada del abastecimiento de pilas, agua y alimentos, y más de una treintena de vigilantes en torres distribuidas por el territorio insular y una unidad de vigilancia móvil, así como conductores de camiones, autobombas y nodrizas, junto a los directores de extinción, técnicos helitransportados, ingeniero analista y jefe de servicio, completan el equipo, detalló el consejero.
El jefe de Servicio Técnico de Medio Ambiente, Luis Fernando Arencibia, explicó que solo en las dos últimas semanas han ardido 5 hectáreas en San Lorenzo, 18 en Juncalillo, 16 en Cazadores y 21 en Santa Lucía, un incendio especialmente grave por la alta peligrosidad que presentaba tanto por las condiciones meteorológicas, como por la localización y orografía, lo que requirió una actuación rápida y muy intensa del personal del Cabildo de Gran Canaria.
En los últimos quince años se han contabilizado en la isla 842 incendios y ha ardido una superficie de 23.47 hectáreas, 19.000 de ellas en el incendio de 2007, el mayor de la historia del archipiélago.
Este año los equipos están especialmente alerta por el repunte de incendios registrado, con más fuegos en seis meses que todo el año pasado, pero, en cualquier caso, están preparados para salir de manera inmediata ante cualquier alerta, si bien la labor de estos especialistas pasa desapercibida para la población porque entran y salen por el aire y por zonas inaccesibles para el resto de los efectivos, explicó.
Colaboración ciudadana
Asimismo, es importante la colaboración ciudadana en dos vertientes, por un lado poniendo en conocimiento de las autoridades cualquier actitud negligente, sospecha de la intencionalidad o posible causante de un fuego y, por otro, es importantísimo extremar las precauciones y dejar de considerar sus negligencias como pequeñas desobediencias sin importancia porque las consecuencias adquieren enormes dimensiones en cuestión de segundos, explicó el ingeniero analista de Incendios Forestales del Cabildo, Federico Grillo, encargado de diseñar la estrategia a seguir en cada momento durante los incendios.
La población debe evitar barbacoas y quemar rastrojos, pero también trabajar con maquinarias como soldadoras y radiales y, sobre todo, debe limpiar el perímetro de sus viviendas rurales si quiere tener una oportunidad de ser defendida por los presa y bravo, ya que en caso de viviendas colapsadas de matorrales y vegetación no lo pueden intentar porque "no hay rescatadores para los rescatadores", recuerda.
Es importante además seguir las indicaciones de los coordinadores de los incendios, no olvidar que dos tercios de los incidentes se producen por enfrentarse al fuego y huir en el último momento y desterrar la idea de que la evacuación es siempre la mejor solución, pues los accidentes más graves se producen durante este proceso, en multitud de ocasiones es mucho mejor el confinamiento porque aunque no lo parezca, la vivienda ya está asegurada.
Asimismo, el analista tiene capacidad para proyectar el comportamiento del fuego a varios días vista, lo que permite alertar a la población de su posible evacuación con antelación y en ese caso tienen tiempo para preparar la vivienda para que resista el fuego (quitar cortinas, recoger todos los enseres inflamables, cerrar bien puertas y ventanas...).
Sin rescatadores para los rescatadores
Precisamente la limitación de los recursos humanos para luchar en determinadas circunstancias en las que se arriesgan a perecer sin opción, como llamas de más de tres metros, es otra de las razones por los que la ciudadanía debe colaborar antes con la prevención y durante con la obediencia en los incendios.
Y para defender sus viviendas en circunstancias muy adversas o frentes virulentos, la Unidad ha incorporado entre sus equipos aspersores contraincendios únicos en España, tienen dos metros de altura y lanzan hasta 400 litros por minuto a un radio de treinta metros frente a una manguera doméstica que apenas tiene un caudal de 15 litros por minuto.
Pero la Unidad de Gran Canaria es puntera en diversos aspectos más, no solo en sus equipos materiales, o en el uso por primera vez en la España del banco de arena para entrenar a los mandos intermedios en la gestión de incendios, sino en técnicas peligrosas y muy efectivas como combatir el fuego con fuego, algo en lo que están muy entrenados en la isla.
Por otra parte, consideran que hay multitud de conceptos que la ciudadanía y los medios de comunicación, que cumplen un papel esencial de servicio público, recogido incluso por ley, tanto a la hora de informar como a la hora de limitarse a la información oficial por el bien de la población, no conocen con precisión:
Conato: menos de una hectárea
Incendio: Más de una hectárea
Nivel 0: Fuego solo forestal, responsabilidad del Cabildo de Gran Canaria
Nivel 1: Fuego forestal que implica mayor o menor riesgo para bienes y población, la dirección del plan de actuación corresponde al presidente del Cabildo de Gran Canaria y la coordinación al CECOPIN.
Nivel 2: Por su sus especiales características se eleva de nivel y es competencia de la dirección pasa al presidente del Gobierno canario y el órgano de coordinación el CECOES.
Medios humanos en un incendio:
Grupos de Extinción:
Tipo 1: Altísimamente especializados, son los presa, un cuerpo de élite que se traslada a la cabeza del incendio en helicóptero para luchar contra el fuego a pie de llama en su parte más peligrosa porque es donde se sitúa el avance.
Estos especialistas son, junto a los de Cataluña, los más cualificados de España y son los requeridos para atender los incendios más duros. Los presa de Gran Canaria son asimismo los encargados de formar a los miembros de la UME.
Tipo 2: Son los especialistas en extinción de fuegos forestales que trabajan en la cola del incendio y los flancos para rodear el anillo y acotarlo dentro, se trasladan por tierra.
Tipo 3: Son todos los medios no especializados en lucha contra incendios forestales, también denominados multiemergencias, que apoyan las labores de extinción de los presa y bravo, son Protección Civil y los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, de Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana, su especialización son los fuegos urbanos e industriales.
Grupo de seguridad: Policía Local, Nacional, autonómica y Guardia Civil.
Grupo de logística: Voluntarios de Protección Civil y personal de Medio Ambiente, que suministran agua y comida a las unidades, campamentos y tdo lo que necesiten para proseguir con su trabajo de extinción.
Grupo sanitario: Servicio de Urgencias Canario (SUC) y Cruz Roja
Fases de control y extinción
Estabilizado: Existen llamas, el perímetro permanece activo, pero se ha acotado la zona se prevé que el fuego pare en esos límites.
Controlados: El fuego se para en el cerco previsto y deja de avanzar, el anillo está acotado y comienzan las labores de extinción.
Esta fase se puede prolongar horas o días según las dimensiones del incendio, la orografía y la vegetación o combustible que alimenta las llamas. Los medios de apoyo y voluntarios se retiran y solo quedan los presa y bravo removiendo y picando en un entorno inhóspito y de alta temperatura hasta acabar con el fuego.
Extinguido: Humo cero.