El director insular de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa; la productora de la cinta Ana Sánchez-Gijón; el director del documental, Eduardo Cubillo Blasco; y el director de fotografía del filme, Juan Antonio Castaño, fueron los encargados de presentar este documental de 93 minutos de duración que desvela una trama de intriga internacional en la que se ven envueltos gobiernos y servicios secretos de España, Alemania, Argelia y Estados Unidos, en el marco de la Guerra Fría, la descolonización africana y la Transición Española.

Cristóbal de la Rosa señaló durante el acto de presentación que "ningún pueblo es pueblo mientras no recuerde su memoria pese a que, en ocasiones, rebuscar en ese pasado sea doloroso". En este sentido, el responsable de Cultura explicó que "una de las misiones del arte y de la cultura es la de favorecer la discusión de la manera en la que un pueblo se apropia de su memoria". Respecto a este documental, De la Rosa especificó que es "una forma de ver un trozo de la historia alejada de cualquier maniqueísmo" y que permite "ver el pasado de una manera frontal".

Valoró además De la Rosa que esta película, que ya se presentó en el Festival de Málaga y en la que se ofrece un careo con Juan Antonio Alfonso (quien apuñaló por dos veces a Cubillo en Argel), no se trata de una "historia de buenos y malos" y en ella hay "un matiz de humanidad". "Ha sido un placer dejarnos entusiasmar por este proyecto de fe y de calidad", agregó el responsable de Cultura del Cabildo de Tenerife.

Por su parte Ana Sánchez-Gijón, cuya productora (La Mirada) produjo este trabajo junto a La Gaveta y Vértigo Laberíntico, agradeció la colaboración del Cabildo y del Gobierno de Canarias -a través de Canarias Cultura en Red- y aclaró que este no es "un documental reivindicativo" sino que a través de él se intenta "recuperar la memoria". Recordó además que ,Cubillo, historia de un crimen de Estado,, ópera prima de Eduardo Cubillo Blasco, es fruto de un trabajo arduo que comenzó a fraguarse en el año 2009. "Es una película contada desde muchos puntos de vista, en la que el director no fuerza nada", dijo la productora.

Eduardo Cubillo aclaró que a la hora de realizar este trabajo tenía claro que no quería "hacer una película de buenos y malos" ni hacer un filme de tinte independentista o resaltar esas ideologías sino que lo que pretendía era contar esa parte de la historia. "Es una película que va de diplomacia, de la Guerra Fría", añadió Eduardo Cubillo quien explica que, "al igual que en la vida, en este filme tampoco está claro quienes son los buenos y quienes los malos". Respecto a la manera de trabajar y las opiniones y aportaciones que su tío, Antonio Cubillo, hizo a este trabajo, Eduardo Cubillo explicó que éste se "ha mantenido bastante al margen" salvo para puntualizar algunas fechas o datos sobre algún hecho en concreto.

Cabe destacar que el propio Antonio Cubillo puso a disposición de la producción del documental, en el que intervienen personajes como Jose Luis Espinosa, Antonio Cubillo y José María Otero Novas, todo su archivo personal. Respecto a la escena del encuentro de Cubillo con su sicario, el director explicó que se trata de un montaje bastante fiel a la realidad, ya que fue una escena sin guión y sin una preparación previa. "Fue un momento de una energía impresionante", agregó por otra parte, Juan Antonio Castaño quien reconoció que trabajar en esta película fue "una oportunidad estupenda" que le permitió entrar "a conocer un mundo que desconocía".