Esta decisión obedece a la necesidad de velar por el bienestar de las personas que son especialmente vulnerables ante esta práctica al percibir de forma especial los estímulos sensoriales del entorno.
Solamente se mantendrán los tradicionales fuegos artificiales de la noche del 14 de agosto, víspera del día principal de las fiestas, y la traca de voladores del 15 de agosto a la llegada de la Virgen de Guía al pórtico de la Iglesia tras el recorrido procesional.