Así que con este panorama, prácticamente a expensas de que no le ocurra ningún contratiempo ni al gallego ni al balear, el combinado nacional vende caro su otro billete. Un ramillete de nombres se barajan para estar en suelo brasileño. Entre ellos está el tinerfeño Vicente Hernández, en un lugar aventajado, con un potencial aún por explotar y con resultados ya tangibles para darle credibilidad a su reto, a pesar de que en los últimos tiempos la suerte le ha sido esquiva. "No estoy siendo muy afortunado", cuenta desde el CAR (Centro de Alto Rendimiento) de Madrid, donde reside.
"A ver si pillo una buena racha ahora sin imprevistos ni lesiones. Estoy con ganas y después de varias semanas entrenando sin parar en Madrid por carreras, creo que puedo hacer una buena competición". Las palabras del lagunero dejan entrever otra buena actuación suya en la máxima categoría del triatlón mundial, es decir, meterse en el elitista top 20, refugio de unos cuantos elegidos entre los que ya ha estado Vicente Hernández en otras citas de similar rango, como Ciudad del Cabo (sudáfrica), donde fue vigésimo, o la Copa del Mundo de Mooloolaba, también este año, en la que concluyó décimo cuarto.
Fernando Alarza, compañero de entrenamientos en Pontevedra del también tinerfeño Ricardo Hernández, parece un peldaño por encima del resto, en su afán por ocupar la tercera plaza nacional en la carrera por estar en los Juegos, aunque el combinado español, amén de Vicente, cuenta con otros triatletas de enorme nivel, como Uxio Abuin, Cesc Godoy, Jesús Gomar e incluso el ya olímpico Iván Raña, aunque éste último, centrado en la media y larga distancia, no parece tener como objetivo Río 2016, tras ser quinto en los Juegos de Sidney 2000 y Pekín 2008, y vigésimo tercero en Atenas 2004.