El encuentro de la Primera División femenina, que por primera vez tuvo como escenario el estadio en el que disputa sus partidos el CD Tenerife, creó una gran expectación en la isla y reunió a un gran número de espectadores, pero lejos de los 15.000 que se habían marcado como reto los organizadores.
El partido comenzó sin ningún dominador claro, con los dos equipos pisando el área rival con frecuencia e intercambiándose ocasiones de gol: la primera oportunidad fue para el Granadilla en las botas de Pisco, tras una internada por banda izquierda que finalizó con un disparo mordido que llegó sin complicaciones a las manos de Pili.
Mientras, el Tacuense estuvo cerca de adelantarse tras una galopada de Celia Ruano que, después de marcharse de las defensoras y quedarse sola delante de la portera, realizó un disparo que se marchó junto al palo derecho del arco granadillero.
Con el paso de los minutos el Granadilla fue tomando el timón del partido y obligó al cuadro lagunero a que retrasase su línea defensiva, pero sin que el control de balón se convirtiese en ocasiones de gol.
Al filo del descanso llegó la más clara para el cuadro de Toni Ayala, después de que Eva Llamas, tras hacerse con un balón suelto en la frontal del área, pusiese en apuros a la meta con su disparo.
El segundo periodo comenzó con una clara oportunidad para el Tacuense, cuando Andrea Marrero se aprovechó de una imprecisión en las inmediaciones del área para recuperar el balón y asistir para que Celia Ruano, con un disparo desde la frontal, estuviese nuevamente cerca de marcar con un disparo que se marchó desviado.
Con el partido más igualado de lo que podría prever por la clasificación de los dos equipos, el Granadilla se adelantó en el marcador en el cincuenta y cinco cuando un centro desde la derecha de María Estella cogió la espalda a la defensa lagunera, y Ana González desvió la trayectoria del balón para enviarlo a la red.
El gol partió el encuentro, puesto que el Tacuense adelantó líneas en busca del empate y dejó espacios en defensa, lo que permitió que las blanquiazules creasen peligro a la contra hasta que llegó la sentencia.
En una oportunidad en la que Ana González tuvo dos opciones para marcar, una que evitó con una gran parada Pili y otra que se estrelló en el poste, el balón llegó a las botas para que Virgy García, con la portera batida, marcase el segundo.