El conjunto venezolano, más curtido en estas lides, vendió cara su derrota y obligó a los aurinegros a ir a contracorriente durante buena parte del encuentro. Fue la fortaleza del bloque, la confianza en sus posibilidades y un inspirado Mike Tobey, elegido luego MVP de la final (21 puntos y 9 rebotes para 24 de valoración), lo que acabó volteando el guión.
El grupo de Guillermo Vecchio firmó una notable puesta en escena y aprovechó dos triples de Mario Little y uno de Nate Robinson para abrir brecha de entrada (4-15, 6'). Jugó el equipo crepuscular con la experiencia de varios de sus efectivos y trató de convertir la condición de anfitrión de los tinerfeños en un factor en contra, por aquello de la presión (6-17).
Sin embargo, el conjunto insular aprovechó los balones interiores a Mike Tobey y su mejor rotación para ir recortando distancias y firmar un parcial de 10-0 (16-17). La chispa de Davin White enseñó el camino correcto una vez más, pero con el añadido de que esta vez el de Phoenix venía de pasar una mala noche por un proceso febril que le impidió incluso acudir a la sesión matinal de tiro.
Pese a todo, el Guaros de Lara se mostró como un equipo muy combativo. El cuadro sudamericano se amparó en el buen hacer de Little en el perímetro y en el oficio en la pintura de Echenique para seguir por delante hasta el receso, incluso después de que dos triples de Nico Richotti y Rodrigo San Miguel igualaran la contienda a pocos segundos del descanso (36-36). Un triple sobre la bocina de ZAch Graham dio paso al intermedio (36-39).
Tras el paso por vestuarios, el Canarias apretó atrás y comenzó a mover el balón con mayor fluidez (10 asistencias en la segunda parte por solo cuatro en la primera). Por ahí, cimentó el grupo de Markovic la reacción definitiva. No fue hasta los últimos compases del tercer cuarto cuando el equipo aurinegro cogió por fin las riendas del choque (54-53, tras canasta de Ponitka).
Ya por delante, el Iberostar Tenerife se mantuvo firme, aprovechó el respaldo de la grada y neutralizó mejor las virtudes del Guaros. Y eso que el partido se trabó por momentos, con más imprecisiones de la cuenta. La determinación de Nico Richotti en los minutos calientes, el oficio de Vázquez o San Miguel, y el seguro de vida de Tobey en el interior, pesaron más que el ímpetu venezolano.
Pese a la incertidumbre final, el equipo tinerfeño acabó rematando la faena para llevar a sus vitrinas un título de prestigio y brindarle una alegría más a su fiel afición.
