>> Rebote y defensa por bandera: El Gran Canaria de Pedro Martínez no es un secreto para nadie. Este equipo es rebote y defensa. La caída del Canarias llegó en gran parte porque no cambiaron ese ADN. Los grancanarios fueron 34 rebotes por 26 del Canarias y fueron 71 puntos encajados ante un rival que posee un promedio superior a los ochenta. Rebote y defensa por bandera. Eso decidió el derbi canario.
>> Cambio de rumbo: Se lo pedía las sensaciones, las impresiones. A Alejandro Martínez le rogaba el parqué que cambiase el rumbo. El técnico lo hizo, al menos lo intentó. Biviá por Uriz. Fuera Navarra, dentro Valencia. Carles ha demostrado que puede ser más, que tiene el talento suficiente para ser el base que detone la bomba de las derrotas para que lleguen las victorias. Sin embargo, la vida enseña que las sensaciones, aunque sean buenas, no reflejan la realidad, ni traen las victorias. El cambio de base no fue un cambio de rumbo.
>> 'Te necesito, Levi': 'Ni si te ocurra irte, no desaparezcas', gritaría un Canarias que gritase. Levi Rost es sin duda alguna el mejor jugador de este Canarias. Tira, pasa, rebotea y anota. Un seguro que es agua para los canaristas. Para Alejandro Martínez el de Michigan es imprescindible y por eso le da menos descanso que a un esclavo. Rost es clave, pero no suficiente: 14 puntos, 7 rebotes, 2 asistencias y 2 recuperaciones.
>> 'Soy exterior, delante el Canarias; ergo, la lío': La hipótesis más extendida en la ACB es aquella que presupone que un jugador exterior que se enfrente al Canarias hará un partido grandioso. Lo dijo Granger y Fernández; lo escribió Van Rossom y Carroll y lo explicó Corbacho y Navarro. Jon Scheyer fue el último experto que lo refrenda: 14 puntos, 4 rbotes, 4 asistencias y 3 recuperaciones. El de Duke llevaba trece puntos sin fallo en el tiro al descanso.
>> Conexión mormona: Al Granca le enamoran los jugadores aplicados, los trabajadores, los humildes y los que reúnen todo lo anterior y tienen una calidad innata. En esos parámetros entran siempre los mormones. Primero fue Carroll, ahora son Nelson y Toolson. Ellos siempre buscan la salvación. Fueron dos de los tres pilares amarillos: 30 puntos entre los dos.
>> En modo Blanco: Saúl Blanco es un tipo de jugador que se contradice. Unas veces magnífico, otras veces desacertado. Unos años una promesa infalible, otros tiempos de negación total. Ante el Granca, el ovetense hizo honor a su apellido y activó el 'modo Blanco': -5 de valoración al descanso para mejorar algo al final (4 de valoración). Su equipo lo pagó.
>> El regreso de Fotis: En la Antigua Grecia fueron tan perfeccionistas que se les olvidó dejar escrito que Fotios Lampropoulos merecía su estatua. Lo merece porque es un jugador versátil, aguerrido y con calidad. Él solo devolvió al Canarias al partido en el tercer cuarto (5 puntos, 4 rebotes, una recuperación y un tapón), aunque su tiempo en juego sea mínimo (nueve minutos). El griego pudo empatar el choque ante su ex equipo y cambiarlo, mas su bandeja se escapó (59-61).
>> Martínez anula Martínez: De Alejandro Martínez se puede decir que dice demasiados tacos, que no es entrenador para ACB o que ha tenido demasiada suerte. Por poder, todo vale. Pero que nadie dude que el técnico intenta todo lo posible, y a veces lo imposible, para que los canaristas consigan su primera victoria. Ahora bien, su gran partido desde el banquillo fue contrarrestado por otro gran entrenador: Pedro Martínez. Martínez anula Martínez.
>> Los 300 de Gran Canaria: A Tenerife no llegó nadie de Esparta, pero 300 de Gran Canaria. Valientes que en momentos gritaban más que cuatro mil y honrados que le susurran al rival: 'Sí se puede'.
>> Pista de patinaje: Al Santiago Martín llegó el invierno siberiano antes de tiempo. O eso o en el pabellón había una pista de patinaje improvisada. Para ser más explícitos: los jugadores del 'Granca' bromeaban con que el partido parecía más de waterpolo que de baloncesto.
