Mientras en Las Palmas se prevé invertir 37,5 millones en una infraestructura cuestionada por innecesaria, como es el Reina Sofía, que servirá para ampliar la marina deportiva en tierra, y otra inversión de 12 millones en el Puerto de Arinaga, sin apenas actividad y menos necesaria aún, el cierre sur de Arrecife pretende quedar emplazado para 2021, a pesar de que el capítulo "Ampliación de Los Mármoles" de los Presupuestos Generales del Estado lo planifica para las anualidades 2017-2019.
Esta actitud evidencia una falta de respeto hacia el máximo órgano responsable de la gestión de puertos en el Estado y pone de manifiesto una convivencia imposible entre los dos puertos mientras uno de ellos sea el que decide sobre el otro. Queda demostrado, una vez más, el absoluto desprecio hacia la isla de Lanzarote, y deja como única vía posible la segregación del puerto de Arrecife.