Entre las propuestas que se plantean y comenzando por lo más urgente, destaca asegurar el mantenimiento y la flexibilidad de los ERTEs adoptados por el COVID-19. Se trata de prolongar las medidas excepcionales mientras la actividad no esté garantizada al cien por cien.
La siguiente parada de la descompresión consiste en garantizar la exención de tasas e impuestos que no están directamente vinculados a la facturación del negocio: IBI, terrazas, vados, basuras, IVTM...
La Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa propone una línea de ayudas de emergencia para afrontar los costes fijos que los negocios han tenido y tienen que seguir afrontando. Agilizar la llegada de liquidez es vital y lo será durante los próximos meses. Las empresas están sufriendo una importante reducción de ingresos por falta de actividad mientras deben seguir afrontando gran parte de sus costes.
El aplazamiento sin intereses de tasas, impuestos y cotizaciones vinculados a la actividad de la empresa, al menos hasta el próximo año 2021, es otra de las paradas precisas en esta descompresión. Es importante evitar el apalancamiento de las empresas para asegurar su supervivencia y el mantenimiento de los empleos.