Mónica Martín compartió impresiones con los alumnos y destacó la buena acogida que han tenido este tipo de cursos en el municipio, "al ser una temática prácticamente inexplorada a nivel nacional". Además, recordó a los presentes que varios desempleados laguneros han logrado encontrar un puesto de trabajo relacionado con el sector, e incluso poner en marcha un proyecto de negocio dedicado al mundo animal.
Los participantes inscritos ahondaron inicialmente en el mundo de la etología, los instintos primarios y secundarios o factores tan influyentes en el perro como el miedo, la ansiedad, la agresividad o el estrés.
En los distintos bloques incluidos en la programación pudieron conocer de primera mano diferentes métodos de adiestramiento, alternativas en la nutrición canina o tratamientos con aromaterapia y acupresión.
El curso contó con un total de 12 horas teóricas y 40 prácticas, y finalizó el pasado 16 de febrero.