Los beneficiarios de este plan deben tener entre 18 y 30 años, estar en situación de desempleo y empadronados en el municipio. Los trabajos consistirán en mejorar el medio ambiente, englobando actividades como la limpieza de barrancos, ajardinado o poda de matorrales. Además, los seleccionados deberán trabajar con un equipo de docentes para adquirir habilidades para la inserción laboral, el fomento de la igualdad y los formará para obtener las competencias básicas.

La finalidad de este plan, que recibe una financiación de 2,8 millones de euros por parte del Cabildo de Gran Canaria y 2,1 por parte del Gobierno de Canarias, es que a través de la realización de obras y de un plan formativo los jóvenes puedan acceder a certificados de profesionalidad y de graduado en ESO.