En la isla de La Palma, en cambio, se invertirán 431.943 euros para atender las necesidades ocasionadas por el incendio producido el 4 de agosto en Mazo y Fuencaliente, siniestro que afectó a un total de 1.921 hectáreas, siendo 1.748 hectáreas la superficie forestal y 1.720 hectáreas la superficie arbolada, terreno que se encontraba en su totalidad dentro de la Red Natura 2.000.
En total, el Consejo de Ministros ha aprobado financiar con 16.952.272 euros las obras de los daños producidos por los incendios forestales del pasado verano en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía, Aragón, Murcia, Madrid y Canarias.
Las obras, que llevará a cabo el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, girarán en torno a la restauración forestal y medioambiental de estas nueve comunidades autónomas. Así, se realizarán actuaciones de corta y saca eliminación de biomasa forestal quemada; protección contra la erosión; ayuda a la regeneración; labores de limpiezas de montes y de márgenes de ríos; tratamientos selvícolas o recuperación de hábitats; además de repoblaciones forestales; correcciones hidrológicas y reparación, y mejora de pistas e infraestructuras forestales.
En concreto, Medio Ambiente acometerá en Castilla y León trabajos para la reparación de los daños producidos por los incendios forestales, con la inversión de 5.345.271 euros. Las obras se llevarán a cabo en las zonas afectadas por los siniestros de Castrocontrigo, Luyengo, Quintana y Congosto, Destriana y Castrillo de la Valduerna, en León, y de Puebla de Sanabria y Pedralbas de la Pradería, en Zamora.
Estos incendios alcanzaron a más de 13.079 hectáreas, de las que 9.818 hectáreas eran arboladas, afectando masas mixtas de especies de coníferas y de frondosas, acompañadas de matorral.
En Castilla-La Mancha, se destinarán un total de 2.869.795 euros para paliar los efectos de los incendios forestales producidos en Chequillas, Checa y Alcorches, en Guadalajara, y en el de Hellín, en Albacete. De estos incendios, el de Guadalajara afectó a 1.182 hectáreas, de las cuales 824 eran arboladas, mientras que el de Hellín en Albacete y Moratalla en Murcia, arrasó 6.820 hectáreas; de ellas, 5.719 hectáreas arboladas.