IUC considera un pésimo método, para la economía de Canarias, el de competir reduciendo impuestos a los turistas, en un territorio en el que ya son comparativamente más bajos. Pues se está privando a las administraciones de recursos para financiar mejoras necesarias en el sector turístico y compitiendo mediante la reducción de costes y no mediante la mejora de la calidad de la oferta.
IUC afirma que no es lógico reclamar fondos públicos estatales y europeos para mejorar Canarias y, al mismo tiempo, practicar la insolidaridad fiscal. Los fondos que llegan a Canarias provienen de los impuestos y la baja tributación de la Canarias adinerada ha hecho al Archipiélago muy desigual y ha privado a las arcas públicas de recursos para la mejora de la calidad de vida.