El estudio muestra el cambio y evolución experimentado en las propiedades químicas del agua de mar durante la erupción submarina. Se describe el proceso extremo de acidificación oceánica generado así como el de fertilización debido a las emisiones del volcán.
Esta investigación ha sido realizada conjuntamente por científicos de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y del Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Canarias a bordo de los buques oceanográficos Ramón Margalef y Cornide de Saavedra.
La erupción submarina que se produjo en Octubre de 2011, a 1.8 km al sur de la isla de El Hierro, generó unos cambios muy severos en las propiedades físico-químicas del agua que rodeaba la zona. La evolución de estos cambios se investigó durante seis meses, desde la fase eruptiva hasta la post-eruptiva. El trabajo publicado muestra un episodio de acidificación oceánica extrema debido al gran descenso producido en el pH, consecuencia de las emisiones magmáticas, y que afectó al contenido de carbonato cálcico de las aguas. La emisión importante de compuestos en estados reducidos, como el hierro y el azufre que produjeron una disminución en el contenido de oxígeno, acompañado de una importante emisión de los nutrientes necesarios para la vida en el medio marino, son otros de los factores claves estudiados en este trabajo.
El artículo publicado en acceso abierto con el título The natural ocean acidification and fertilization event caused by the submarine eruption of El Hierro (El evento natural de acidificación oceánica y de fertilización producido por la erupción volcánica submarina de El Hierro) muestra los valores extremos que se alcanzaron en las aguas de El Hierro en el momento de la explosión subaérea del 5 de Noviembre de 2011 y la capacidad de regeneración del medio marino hacia valores normales.
Uno de los resultados más destacados de este estudio demuestra que el mismo volcán que fue responsable de la creación de un ambiente altamente corrosivo y que afectó a los organismos marinos de la zona, ha proporcionado también las condiciones necesarias de nutrientes para la recuperación del ecosistema marino en El Mar de Las Calmas.