En este acto, convocado por el presidente del Parlamento, Gustavo Matos, que contó con la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, y el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, Antonio Morales emitió un profundo agradecimiento al intenso esfuerzo que realizo el operativo de un millar de personas, cuya dirección técnica recayó en el Cabildo, para evitar que la catástrofe fuera a más, ya que amenazó varias poblaciones y la vida de 15.000 personas.
"Quiero expresar la voluntad de la sociedad grancanaria de mirar hacia adelante, hemos afrontado retos difíciles y los hemos superado, este también lo vamos a superar", aseguró el presidente insular, quien incidió en que el Plan de Reactivación puesto en marcha por el Cabildo arranca con 20 millones de euros, cinco de ellos a través de una modificación presupuestaria que será elevada al próximo pleno para ayudas directas a los damnificados, que ya han presentado 500 solicitudes en sus ayuntamientos.
También es tiempo de "aunar esfuerzos para hacer frente al abandono del mundo rural y a los condicionantes del cambio climático en un territorio frágil como el de nuestras islas", apuntó Morales, quien también apuntó la necesidad de derogar las limitaciones a la posibilidad de ampliar el personal necesario para afrontar esta y otras emergencias, grandes retos de futuro.
El presidente el Gobierno autónomo recordó la retransmisión casi en directo de la tragedia efectuada a través del chat de emergencias del Cabildo de Gran Canaria, puesto en marcha hace cuatro años y cuyo funcionamiento elogió, así como la magnífica noticia de poder comprobar de madrugada que el viento había amainado y la llamarada se había calmado a través de un video de Federico Grillo, jefe de Emergencias del Cabildo, también distribuido a través el Twitter insular a la población, que incluso a esas horas se mantenía pendiente.
Y es que Gran Canaria se mantuvo en vilo todo el tiempo que duró la concatenación de incendios y en el que el Gobierno canario y el Cabildo de Gran Canaria, subrayó Torres, trabajaron de la mano coordinados con el resto de las instituciones, desde el Estado a los ayuntamientos afectados, en una situación realmente excepcional en la que incluso se produjeron dos pirocúmulos, que solo se producen con explosiones o erupciones, rara vez en incendios, y su desplome son catástrofes aseguradas, si bien finalmente no tuvo ese comportamiento.
Por todo ello, sumada la dureza orográfica y meteorológica, así como las situaciones en las que se encontró fuera de capacidad humana de actuación, los representantes de cada uno de los cuerpos e instituciones que intervinieron, ya fuera de otras islas como la Palma o de otras autonomías como Castilla-La Mancha, pasando por cuerpos estatales como la UME a locales como las protecciones civiles, recibieron una medalla y diploma en un multitudinario acto como agradecimiento de la Cámara regional, muy merecida por, como subrayó Gustavo Matos, "darlo todo".
