Las últimas obras incluyeron la limpieza del terreno para incorporar casi 4.000 metros cuadrados como área de esparcimiento y la mejora del alumbrado, además de la modificación del vallado de la Casa de la Cultura para integrar el escenario a la plaza.
Estas dos intervenciones financiadas por el Cabildo y ejecutadas por el Ayuntamiento han permitido transformar una antigua área en estado deficiente en un lugar más moderno, con un escenario, un quiosco y nuevo ajardinamiento e iluminación para el disfrute de la ciudadanía.
Para conseguir esta nueva imagen fue demolida la antigua balaustrada para incorporar gradas con el objetivo de mejorar la comunicación con el nivel inferior y las piscinas, y a la vez evitar los problemas de evacuación del agua de lluvia. Además, la instalación de nuevo mobiliario urbano, entre ellos bancos, bolardos y papeleras, ha permitido un cambio radical a este espacio en el sur de Gran Canaria.