La petición es un paso en la demanda para la realización de una infraestructura sobre la que el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, reitera que resulta "básica la declaración de urgencia y emergencia, porque estamos hablando de la seguridad de las personas. En cualquier momento podemos tener un temporal que ponga en riesgo la seguridad de los vecinos y tenemos que garantizarles que esa obra se hará en el menor plazo de tiempo posible".
El alcalde recordó también que la ministra de Fomento, Ana Pastor, se comprometió el pasado mes de noviembre a que su departamento se haría cargo totalmente de la obra de defensa marítima del barrio de San Andrés a través de Puertos del Estado, por un valor de unos 2,5 millones de euros. "Ahora espero que la Administración estatal demuestre con hechos y no con palabras su preocupación por la seguridad de los vecinos de esta zona del litoral santacrucero".
De hecho, precisamente hoy lunes ha comenzado a ejecutarse, a través del área de Servicios Públicos que dirige el sexto teniente de alcalde, Dámaso Arteaga, el proyecto denominado Remodelación de la Avenida Marítima de San Andrés, que tiene como principal objetivo atender a la regeneración y rehabilitación del dominio público municipal tras los efectos producidos en esta zona por la pleamar que tuvo lugar el 29 de agosto de 2011 y que causó graves daños en las infraestructuras, que suponen un grave riesgo y peligro para la seguridad, movilidad y accesibilidad de los vecinos.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ya requirió al Estado para que iniciase los trabajos de la escollera el 23 de julio de 2012. Además, el día 20 de agosto, el Servicio Provincial de Costas ya concluyó, a través de un informe, que las obras de emergencia que realizó allí "no pretendían solucionar los problemas de rebase del agua en el frente marítimo de San Andrés, sino asegurar la estabilidad del dique existente para evitar que, ante la acción de nuevos temporales como el ocurrido en agosto de 2011, desapareciese la avenida y las construcciones cercanas al existir una alta probabilidad de que se produjera la ruina del dique de protección tras muchos años de no reparar las sucesivas averías que, con frecuencia, se iban generando".
Este documento también reflejaba que el problema del rebase del oleaje "solo puede resolverse desde tierra mediante la construcción de un muro o espaldón, de 4 a 5 metros de altura, que provocaría un fuerte impacto ambiental que nadie quiere. Por esta razón, en la reunión que tuvo lugar el 31 de agosto de 2011 se acordó completar las obras de protección de la escollera del frente de San Andrés con un dique semisumergido que estaría incluido en la zona II de fondeo del área de servicio del puerto de Santa Cruz de Tenerife.