Asimismo, el edil indica que "no se trata de un instrumento de planeamiento, ya que no define aspectos relacionados con la edificabilidad o el destino del suelo", a lo que agrega que "la nueva ordenanza es un documento jurídica y jerárquicamente independiente del planeamiento general, con capacidad para ampliar, mejorar y desplazar aspectos que son impropios del Plan General".
En este sentido, García destaca uno de los aspectos que contempla la nueva normativa es que retomamos lo que recogía el Plan general del año 93, donde se establecía que la parcela mínima para segregar en suelo urbano consolidado era 100 m2. Hay que recordar que con el PGO vigente dicha parcela mínima se cuantifica en 250 m2.
Para Carmelo García, la introducción de este aspecto es de vital importancia, ya que "se trata de darle solución a un problema que tenían muchos vecinos del municipio".
En definitiva, el edil de Urbanismo explica que "esta ordenanza viene a paliar ciertas carencias del Plan General, buscando soluciones que verdaderamente atiendan las necesidades de los vecinos y del tejido empresarial del municipio".
García concluye que "además de la ordenanza de edificación, nuestro objetivo más inmediato es poner en marcha otras normativas en materia de ordenanzas municipales que regulen de forma eficiente cuestiones como las actividades, obras finalizadas, dominio público y urbanización".