El acto se enmarca en los encuentros que está organizando el Ayuntamiento para dar a conocer, a los distintos agentes económicos y sociales, el contenido de un documento vital para la regeneración de esta parte del litoral santacrucero. Los aspectos técnicos del Plan fueron pormenorizados, en la misma sesión, por el redactor del trabajo, el arquitecto Rubén Henríquez.
Bermúdez resaltó que el plan "es fruto del encargo profesional hecho a la empresa pública a Gestur" y que viene determinado por el Plan General de Ordenación (PGO) y el proceso de participación ciudadana formulado en la propia playa. El regidor insistió en que, precisamente, esas dos cuestiones "han determinado el criterio profesional para la redacción de este plan, que le da futuro a la playa. Se trata de un plan de ordenación urbanística y, posteriormente, habrá que sacar un proyecto de obras adecuado a esa ordenación".
Garcinuño, por su parte, expresó que el objetivo del mismo es "marcar un futuro y proponer una manera de ver las cosas. Marca una esperanza y también la posibilidad de que, por fin, podamos hablar de cosas que se puedan tocar en la playa de Las Teresitas".
El documento indica que la playa necesita un aparcamiento y así está recogido en el PGO. En ningún caso será como el edificio que se encuentra inacabado. Este equipamiento es fundamental, puesto que las dotaciones públicas previstas para mejorar el entorno de la playa obligan a eliminar parte de los estacionamientos actuales.
El párking, en ese sentido, es imprescindible y su ubicación innegociable a la entrada de la misma. En el Infobox de San Andrés está previsto un equipamiento deportivo, del que no se puede desposeer a los vecinos del pueblo.
La playa tendrá, aproximadamente, el mismo número de aparcamientos que en la actualidad, a los que habría que sumar los 150 que deberá habilitar, con carácter obligatorio, el concesionario de la parcela hotelera.
En cuanto a la zona comercial, ocupará 1.800 metros cuadrados de los 3.500 previstos en el PGO para esta actividad. En cualquier caso, no se puede entender una playa remozada, con paseo, iluminación y zonas recreativas sin reserva de espacio para una actividad comercial mínima asociada a elementos propios y para dar servicio a sus miles de usuarios. En esta zona podría ubicarse también la Cofradía de Pescadores de San Andrés y establecimientos de restauración con estándares de calidad y uniformidad estética.
Sobre el hotel, el documento prevé una instalación vinculada al turismo de sol, playa y naturaleza. Este no estará en el frente de la playa y tampoco supondrá ningún impacto visual negativo. Al contrario, tendrá una repercusión muy positiva en la economía local y en la creación de puestos de trabajo. Se trata de un hotel de 200 habitaciones dobles que estará perfectamente integrado con el entorno.
Las obras podrían comenzar a finales de 2017 y supondrán una inversión de unos 30 millones de euros.