En este segundo mandato de tres años estará acompañada por Carmen Perdomo López, en calidad de vicedecana para el Grado de Educación Primaria y las titulaciones en extinción del título de Maestro; Rocío Peña Vázquez, como vicedecana del Grado de Pedagogía, extinción de la licenciatura de Pedagogía y prácticas externas; Daniel Álvarez Durán, vicedecano del Grado de Educación Infantil y Extensión y Cultura; David Pérez Jorge, vicedecano de la licenciatura en Psicopedagogía, Alumnado e Infraestructuras y, finalmente, por Juan José Moreno, que actuará como secretario del centro.
Olga Alegre se enfrenta a un centro con más de tres mil alumnos en titulaciones de grado y disperso en cuatro módulos más un anexo, todos ubicados en el campus Central. De hecho, y a falta de un nuevo edificio que se ha visto truncado por las restricciones presupuestarias en materia de infraestructuras, uno de los principales objetivos de la responsable académica es la búsqueda de espacios alternativos, tal y como el rector, Eduardo Doménech, está gestionando con la Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad.
También pretende en este segundo mandato potenciar la secretaría virtual del centro. Hay que recordar que la Facultad de Educación ha sido uno de los centros pioneros de la Universidad de La Laguna en automatizar todos sus procesos administrativos, instalar el sistema de cita previa telematizada y crear un programa de reserva de aulas on line. Estos avances irían unidos a su compromiso con la sostenibilidad, declara la decana, que persigue el máximo ahorro en energía eléctrica, gasto de consumibles y papel.
Todos estos procesos se han visto reflejados en la carta de servicios del centro, una de las primeras en aprobarse por el Consejo de Gobierno de la institución universitaria, y donde quedan estipulados los compromisos de calidad y de servicios que asume la facultad. Su pretensión es, a partir de este documento, optar al modelo de calidad estandarizado por la normativa ISO 9000.
La Facultad de Educación tiene en marcha desde hace años un programa de atención a la discapacidad. Así, cada curso recibe a un grupo de alumnos, generalmente con síndrome de Down, que realizan prácticas en la secretaría del centro. Esta experiencia ha dado muy buenos resultados para la inclusión y normalización de este colectivo en la sociedad, al tiempo que también ha servido al centro para conocer más de cerca la realidad de estas personas. A raíz de esta experiencia, el programa se ha extendido a otras facultades de la Universidad de La Laguna.
Olga Alegre se propone poner en marcha también una unidad de mediación del propio centro, que resuelva de la forma más óptima los conflictos entre al comunidad universitaria, al tiempo que continuar con el plan de tutorías, ahora ya reconocido oficialmente en todos los centros de la Universidad de La Laguna, y del que igualmente Educación fue promotor.
Otro de los objetivos de la decana, presente en Twitter y en Facebook, es continuar con las acciones de solidaridad que lleva a cabo la facultad. Así, han participado activamente en el convenio suscrito con la República Árabe Saharaui, mediante el envío de material escolar y a través de estancias de profesores del propio centro para impartir docencia en los campos de refugiados de Tinduf y compartir metodologías docentes. También celebra el centro con asiduidad campañas de recogidas de juguetes y jornadas con diversas organizaciones no gubernamentales.