La imagen es una composición de instantáneas recogida por el satélite después de orbitar 15 veces la Tierra y recoger todos los datos visuales necesarios para poder mostrar esta perspectiva tan peculiar como desconocida, como si se tratara de una toma cenital del planeta.
Aunque el remolino de hielo domina la parte superior del globo, en la parte inferior izquierda de la imagen (el suroeste) se aprecia con total nitidez España, casi besándose con el continente africano a través del Estrecho de Gibraltar, e incluso se puede ver el verde de Inglaterra e Irlanda asomándose entre las nubes.
Todo el hemisferio norte
Si diviéramos la imagen en dos, la parte inferior refleja todo el continente europeo, además de casi toda África, que se percibe como una extensión de tierra vasta y seca, el Mar Mediterráneo, el Golfo Pérsico, el Mar Rojo y gran parte de Asia.
En cambio, en la mitad superior de la imagen se intuye, porque casi toda la foto está dominada por el hielo y las nubes, gran parte de América del Norte y Groenlandia, entre otras zonas, que junto con las regiones de la parte inferior completan casi todo el hemisferio norte del planeta.
Al margen de la belleza de la composición, y de la sensación de que el hielo ártico cubre una amplia zona de la Tierra, los científicos están preocupados porque no hay tanto como había en las últimas décadas.
Las primeras imágenes obtenidas de esta región, enviadas a partir de 1979, revelan que la superficie total del Ártico ha disminuido constantemente, e incluso tocó mínimos en 2007, y desde entonces se mantiene en hiveles históricamente bajos, lo que pone en peligro la supervivencia de animales como los osos polares o las focas.