Por el contrario, en la escala de oficiales se produjo un aumento de 132 efectivos (+ 4,2%). Resumiendo, cada vez menos agentes para trabajar en la calle y más para mandar desde las oficinas. Los datos han sido extraídos de los escalafones publicados en Boletín Oficial de la Guardia Civil.
Se trata de una situación que refleja a las claras cómo se ha entendido desde el Gobierno del PP la aplicación de las medidas de austeridad en la Guardia Civil. A estas cifras ya de por sí escandalosas cabe añadir las ya endémicas carencias y deficiencias materiales con las que los agentes deben afrontar su trabajo diario.
Así, mientras que nunca faltan recursos para desfiles ostentosos, inauguraciones de instalaciones innecesarias –como el cuartel que el pasado año inauguraba el ministro del Interior en la localidad navarra donde veranea habitualmente- o peregrinaciones a Lourdes, los guardias civiles deben salir a la calle sin chalecos antibalas, o en vehículos con más de 400.000 kilómetros y en condiciones muy deficientes.
Lo mismo cabe decir de la partida destinada a Productividad, cuyo 50% va a parar a los bolsillos de los altos mandos, dejando el resto a repartir entre 70.000 guardias civiles.
Se trata de una concepción de la (in)justicia distributiva que, además, no sólo va en perjuicio de los propios trabajadores del Cuerpo, sino también de los ciudadanos en general, que ven mermados sus servicios de seguridad a costa del generoso estipendio y los oropeles del generalato.
Con más de 30.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la democratización y la desmilitarización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (apdhe).