El convoy fue atacado por hombres armados desconocidos. "Este es un acto despreciable. Nada puede justificar el asesinato de nuestros colegas y queridos amigos", dijo la responsable de la delegación del CICR en Afganistán, Monica Zanarelli. "En este momento es prematuro determinar el impacto de este espantoso incidente en nuestras operaciones en Afganistán.
Queremos mantenernos como un equipo y apoyarnos mutuamente para tratar de asimilar este acto incomprensible y encontrar a nuestros dos colegas desaparecidos", dijo Zanarelli. "Condenamos en los términos más enérgicos lo que parece ser un ataque deliberado contra nuestro personal. Es una gran tragedia.
Estamos en estado de shock", dijo el presidente del CICR, Peter Maurer. "Estos miembros del personal simplemente estaban haciendo su deber, desinteresadamente tratando de ayudar y apoyar a la comunidad local. Nuestro pensamiento está con las familias y seres queridos de nuestros colegas muertos y de los desaparecidos", dijo Maurer.
Todavía no está claro quién llevó a cabo el ataque o el motivo.
Hoy, 9 de febrero, a las 12:00 horas, todas las sedes de Cruz Roja volverán adherirse en el minuto de silencio para expresar nuestras condolencias a las familias de las víctimas y recordar que la misión humanitaria ha de ser protegida.
José Antonio Cabrera
ASSOPRESS