La razón no hay que buscarla en la complicada orografía de la isla, ni en supuestas limitaciones tecnológicas, ni tampoco en problemas internos de los operadores de telefonía. La respuesta es mucho más sencilla que todo eso. El único culpable que no haya plena cobertura en Valle Gran Rey es el Ayuntamiento que ha cedido a la presión de un grupo de vecinos que argumentan sobre la supuesta peligrosidad de las antenas de telefonía.
Parece ser que este argumento ha sido suficiente para que hayan realizado actos de sabotaje en la estación de telecomunicaciones que utilizan los operadores para emitir la señal y dar cobertura de telefonía móvil y de televisión digital al municipio. Hasta el momento, no nos consta que estos actos hayan sido objeto de sanción, lo que nos preocupa que pueda existir cierta connivencia por parte de los responsables municipales, seguramente más preocupados por unos posibles resultados negativos en las próximas elecciones si se enfrentan a esta plataforma que por garantizar la prestación de un servicio básico como son los servicios de telecomunicación.
El reciente incendio en la isla de La Gomera ha puesto en evidencia lo necesario y fundamental que es contar con este servicio, puesto que en una situación de emergencia, una llamada de teléfono puede salvar vidas y bienes materiales cuya pérdida, en el primero de los casos, afortunadamente no hubo que lamentar en esta ocasión.
No es aceptable que en la noche de la evacuación de algunos complejos hoteleros en Valle Gran Rey muchos turistas que se dirigieron al muelle no pudieran contactar telefónicamente con el responsable del Turoperador con el que habían venido, simplemente porque no tenían cobertura en sus teléfonos y viceversa. Y tampoco lo es, que en condiciones normales, la conectividad telefónica y el servicio de wifi se convierta, por la incompetencia de unos pocos, en un servicio de lujo, cuando hoy por hoy, el turista durante sus vacaciones utiliza las tecnologías 2.0 para estar en contacto con sus familiares y amigos. Esto, además, constituye una promoción gratuita, continua e impagable de las bellezas, paisajes y lugares de la isla a través de las diferentes redes sociales que los turistas utilizan.
Por tanto, nos encontramos aquí con un claro ejemplo, de cómo determinadas competencias no pueden estar en manos de los Ayuntamientos, sino que deben ser asumidas por instituciones de ámbito superior, donde no se produzca ni tenga cabida el chantaje de unos pocos y la inacción de otros, frente a los derechos de una mayoría.
Esperamos y deseamos que esta situación, que se prolonga por más de un año, y que supone tener a un municipio sin servicios de telefonía móvil, se resuelva cuanto antes. Si es necesario que se estudien nuevas ubicaciones para la estación de repetición y que se agilicen los permisos necesarios para darle trámite de urgencia a su ubicación.
ASHOTEL se ofrece, a partir de contactos mantenidos con algunos operadores, a buscar a un experto e investigador que informe a la población de Valle Gran Rey acerca de los efectos que las antenas y los repetidores de telefonía móvil pueden tener o no sobre la población, con el objetivo que las decisiones en un futuro inmediato se tomen desde la información y el rigor y no desde posiciones radicalizadas.
