Después de que la Plataforma Leales.org no diera por válido el vídeo anónimo distribuido en la noche del viernes por ser atemporal y sin pruebas de fe de vida de los animales, el giro de los acontecimientos lo vuelven al punto de partida, con la diferencia que ahora no hay drones que puedan salvar a los animales, puesto que nadie dice o muestra dónde están.
Es decir, los ciudadanos contemplan atónitos como sigue sin haber una declaración institucional y sobre todo que no se demuestre que los podencos estén bien, o vivos.
Tampoco trasciende ningún certificado veterinario, ni vídeos con pruebas de fe de vida, ni declaraciones de alguna protectora que reconozca su albergado, etc.
La indignación popular sigue subiendo, ya que ahora no hay fe que pueda tranquilizar la angustia de los que han seguido este caso, después de que la Plataforma Leales.org lo hiciera viral el pasado jueves 7 de octubre.
Las teorías de desapariciones, muertes o intentos de destrucción de chip identificador de los animales colman las redes sociales de medio mundo.