A través de la Escuela de Pacientes, integrada en la estrategia de la Cronicidad y Promoción de la Salud del Servicio Canario de la Salud, los pacientes se convierten en formadores, transmitiendo en su entorno los conocimientos adquiridos en las sesiones de trabajo coordinados con los profesionales sanitarios.
Con este proyecto, que arranca por primera vez en Canarias y al que se irán sumando progresivamente el resto de centros hospitalarios de las Islas, el paciente alcanza más seguridad en sí mismo y experimenta avances significativos en los tratamientos, mejorando su calidad de vida.
En este sentido, el centro hospitalario ha realizado su primera jornada con la figura del paciente experto dedicado a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), en el Aula de Docencia de Cirugía Torácica del centro hospitalario, en la que han asistido varios usuarios, participando junto a profesionales del servicio de Neumología y de la Supervisión de Cuidados del Hospital de la Candelaria, además de profesionales del HUC.
Se trata de la primera de las cinco sesiones previstas para el mes de septiembre y octubre, que abordarán con nuevas jornadas y pacientes los principales aspectos y cuidados que deben realizarse en varias de las patologías crónicas más significativas entre la población canaria, como son la diabetes, la insuficiencia cardíaca, la insuficiencia renal crónica y el cáncer de mama, además de la realizada sobre EPOC.
Paciente empoderado
En la actualidad, los pacientes y familiares demandan una mayor necesidad de información. En palabras de Ana Ruth Padrón, supervisora de Cuidados y coordinadora de la Escuela de Pacientes en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, "nuestros pacientes desempeñan ahora un papel más activo. Entienden la importancia de convertirse en agentes dinámicos para ayudar a que otras personas como ellos puedan mejorar su salud gracias a herramientas como éstas planteadas en espacios colectivos y con una información veraz y rigurosa".
Con este proyecto, que arranca por primera vez en Canarias en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Tenerife, y al que se irán sumando progresivamente el resto de centros hospitalarios de las Islas, el paciente alcanza más seguridad en sí mismo, mejor adherencia a los tratamientos y experimenta avances significativos mejorando su calidad de vida.
