La agresora era la acompañante del conductor, quien sorpresivamente huyó a la carrera del lugar cuando se le iba a practicar la prueba de alcoholemia.
La pareja circulaba, en compañía de otros dos adultos y un bebé de diez meses, en un Toyota RAV 4 de color gris, de manera temeraria por Ramblas de Santa Cruz cuando fueron divisados por una patrulla de la Policía Local. Además de ciertas maniobras anormales, viajaban a una velocidad excesiva y haciendo caso omiso a las señales de tráfico. Tras una persecución, en la que se saltaron dos semáforos en rojo, fueron interceptados a la altura de la calle Numancia.
Los agentes verificaron que tanto el conductor como la detenida se encontraban bajo los efectos de haber consumido bebidas alcohólicas, solicitando por ello la presencia del servicio de Atestados para la realización de la prueba de alcoholemia. Mientras estaban esperando el conductor huyó del lugar desoyendo las indicaciones de los policías. Por este motivo se avisó a la grúa municipal para retirar el vehículo puesto que la mujer tampoco estaba en condiciones de conducir.
Precisamente, cuando los operarios trataban de enganchar el vehículo, Y.J.S. se alteró bastante, amenazando e insultando a los agentes y, sorpresivamente, cogió una botella de cristal que estaba en el coche y golpeó a uno de los policías. A continuación fue reducida y detenida por ello.
Esta situación hizo que tuviera que dejar a su hijo, de diez meses, a cargo de otro de los adultos que viajaba en el coche.
Cabe destacar que el conductor que había huido fue plenamente identificado como J.J.P.A., de 28 años de edad, al que se procederá a sancionar por los diferentes delitos cometidos contra la Seguridad Vial.
Por todo ello se instruyeron las oportunas diligencias y se dio cuenta a la autoridad judicial pertinente.