RESPUESTA:
"El lavado de las ramas de los árboles de la ciudad se enmarca en las rutinas ordinarias de limpieza y prevención de plagas del arbolado y zonas ajardinadas, que se viene realizando desde sus orígenes con el servicio de mantenimiento de los parques y jardines del municipio...".
Es decir, no fue una limpieza puntual durante el estado de alarma, confirma que azotar las ramas con chorros a presión "es una rutina ordinaria del servicio de limpieza...".
Causa estupor y vergüenza ajena la siguiente aclaración, donde dice que "dichas tareas han de realizarse con el mayor respeto y cuidado posible con la fauna urbana que habita en nuestras zonas ajardinadas y así se ha remarcado a la empresa prestadora de tal servicio". Como si las mangueras a presión de los operarios de limpieza tuvieran un detector de nidos de aves insectívoras...
Y es que después de que Leales.org denunciara con los vídeos (https://twitter.com/lealesorg/status/1294197117385428993) donde se veían a operarios municipales lanzando chorros a presión sobre las copas de los árboles, algunos técnicos del Ayuntamiento declararon a los periodistas que se hacía sólo por la limpieza específica durante el confinamiento por el covid-19.
Las aves insectívoras urbanas cumplen la función de evitar plagas, pero de mosquitos e insectos. Los mosquitos son, en general, vectores de agentes infecciosos y parasitarios muy diversos, como la malaria, el virus del dengue, el chikungunya, la dirofilariosis...
Es conocida la alarma generalizada hace dos meses en Andalucía, donde se confirmó 12 positivos de virus del Nilo entre los 19 casos de meningoencefalitis: https://www.elconfidencial.com/espana/andalucia/2020-08-13/andalucia-casos-virus-nilo-mosquito-sevilla_2711979/
Si la concejalía extermina a todas las aves insectívoras urbanas, se tendrá que combatir los mosquitos e insectos difuminando venenos y químicos pesticidas sobre las zonas transitadas por los ciudadanos; siendo un gasto extra, antiecológico, contrario al bienestar animal, un problema de salud pública y un preocupante riesgo de incrementos de casos de cáncer.
Tal y como desaconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Programa Internacional de las Sustancias Químicas: https://www.who.int/ipcs/assessment/public_health/pesticides/es/
Los plaguicidas son potencialmente tóxicos para los seres humanos. Pueden tener efectos perjudiciales para la salud, por ejemplo, provocar cáncer o acarrear consecuencias para los sistemas reproductivo, inmunitario o nervioso.
Una vez confirmado que azotan las copas de los árboles con chorros a presión, con nocturnidad y alevosía, la siguiente pregunta es qué productos químicos se utilizan en el líquido que usan para exterminar los nidos y aves en las copas de los árboles.
Proteger a las aves insectívoras es una de las mejores maneras de luchar contra las plagas de insectos que, como en el caso de los mosquitos, se instalan en nuestro entorno causándonos graves molestias. Existen varios tipos de aves, incluyendo la mayoría de las variedades de golondrinas, canarios y otros pájaros cantores, que consumen insectos, incluyendo mosquitos. Las aves que comen mosquitos se alimentan durante el día, mientras vuelan.
En el caso de las golondrinas, los aviones y los vencejos, sus colonias están descendiendo en nuestro país, hasta un 30% en la última década en el caso de la bellísima golondrina común.
Un sólo vencejo come 800 insectos diarios y una golondrina 60 insectos por hora, lo que se traduce en unos 850 insectos diarios y 310.250 insectos a lo largo del año. ¡Esto equivale a unos 55 kilos de insectos consumidos por una sola ave insectívora al año!.
Si la concejalía extermina a todas las aves insectívoras urbanas, se tendrá que combatir los mosquitos e insectos difuminando venenos y químicos pesticidas sobre las zonas transitadas por los ciudadanos; siendo un gasto extra, antiecológico, contrario al bienestar animal, un problema de salud pública y un preocupante riesgo de incrementos de casos de cáncer.
Míralo en https://youtu.be/HyC7dKevzFI